Este ha sido un mal fin de semana para Tony Fernandes que ha acabado de rematar uno de sus peores años, para él, a nivel profesional. El empresario malayo ha tenido que vender su equipo de Fórmula 1, Caterham; su equipo de fútbol, el Queens Park Rangers, ha tenido una temporada decepcionante y la última noticia es que el vuelo de su aerolínea, AirAsia, que viajaba con destino Singapur, desapareció de los radares ayer, con un total de 162 personas a bordo.

Una hora después de despegar, el vuelo QZ8501 perdió el contacto con la torre de control. Cinco países, entre los que se encuentran Indonesia, Singapur, Malasia, Australia y Corea del Sur retoman hoy la búsqueda del avión que se cree que se pudo haber estrellado en el mar.

Al respecto, Fernandes manifestó su apoyo a los seres queridos de los pasajeros y la tripulación a través de su cuenta oficial de Twitter. "Me mantengo positivo y fuerte. Se me parte el alma al ver a todos los familiares de mi tripulación y de nuestros pasajeros. Nada es más importante para nosotros. Yo, como director ejecutivo, estaré allí en estos momentos tan difíciles. Vamos a pasar por esto juntos e intentaré reunirme con la mayoría de vosotros. El personal de Indonesia ha sido valiente, fuerte y ha estado comprometido, dando el 150% por todos nuestros invitados. Me siento muy orgulloso. La calidez y el apoyo de la gente de Indonesia ha sido increíble en todos los lugares en los que he estado".

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Esta mañana, Fernandes viajó a la capital de Indonesia, Yakarta, para comunicarse con el equipo de búsqueda y rescate. Después se dirigió a Surabaya, ciudad desde la que partió el vuelo, para estar con los familiares de los pasajeros.