El debut de Max Verstappen a la temprana edad de 17 años ha sido una controversia de tal calibre que la FIA ha modificado las normas de la superlicencia de cara al año 2016.

Sin embargo, esto no afecta al nuevo piloto de Toro Rosso. El holandés reconoce que la inseguridad creada en torno a su edad y a su experiencia no le hace ningún daño.

"No leo lo que dicen sobre mí. Sea bueno o malo. Al principio tenía ciertos problemas con las entrevistas pero es mucho mejor ahora. El tema de la edad no creo que dure mucho", asegura.

Además, Verstappen tiene claro que si sorprende a la F1 como lo ha hecho en su corta experiencia en monoplazas, ya tendrá un gran terreno recorrido.

Por otro lado, el director técnico de Toro Rosso, James Key, ha admitido que está muy impresionando por los avanzados conocimientos técnicos del joven piloto holandés.

"Es gracias a mi padre. Siempre hemos tenido conversaciones sobre los motores o configuraciones del chasis. Comenzó a enseñarme cómo configuraba sus coches desde que era muy pequeño. Finalmente, cuando comencé en F3, sus consejos se tornaron mucho más importantes. Antes de meterme por primera vez en un cockpit, ya sabía qué podía suceder si hacía una u otra cosa", finalizó Verstappen.