Nico Rosberg: "Hoy fue un día realmente muy difícil. Por la mañana los neumáticos no funcionaban realmente de manera correcta, posiblemente por el fuerte viento sobre la pista hasta al final del día. Era difícil de entender el coche, porque cada vuelta era diferente por cómo soplaba en las curvas. Dependiendo de la dirección del viento, hacía que fuera muy difícil conducir, casi hasta al final, una vez que ese viento disminuyo algo en su intensidad. En algunas curvas ibas absolutamente a ciegas, por lo que sólo tenías conocimiento de ellas de memoria. Pero de todos modos, junto con el equipo, fuimos capaces de aprender algunas cosas y tuvimos un buen final de las pruebas sin mayores problemas con el coche, que correría mucho más al final cuando el viento estaba más tranquilo. Por supuesto todavía no tengo claro dónde estamos, así que mantenemos una estrecha vigilancia sobre la competencia. Eso sí, tenemos la confianza de que hicimos un buen coche al menos".