La segunda prueba de la temporada no fue como habían pretendido en el equipo Red Bull. Muchos problemas de fiabilidad y de temperaturas les impidieron sacar el ritmo de su monoplaza en Sepang, colocándoles en novena y décima posición, a una vuelta de la cabeza. Tras esa prueba, sus dos pilotos ya enfocan el Gran Premio de China, una prueba en la que confían sacar el potencial de su máquina y tener un gran fin de semana, sin problemas.

El piloto ruso, Daniil Kvyat, también se ha mostrado encantando con la posibilidad de ir a la gran ciudad asiática, pero reconoce que no tuvo demasiado tiempo para visitarla en 2014: "Estuvimos cerca del circuito el año pasado, así que no es fácil echar un paseo por el centro de Shanghai, pero tuvimos la oportunidad de dar un pequeño vistazo el año pasado, es una ciudad impresionante. Es un lugar realmente interesante, pero absolutamente enorme, conduces a través de esas ciudades en el camino hacia el centro y también son enormes

Se ha mostraba abrumado con la extensión del paddock, uno de los más grandes de la temporada: "Es amplio y realmente complicado de encontrar nada, parece completamente irreal. Lo mejor es que te puedes esconder, caminar por tu cuenta y no ser molestado por nadie".

Como Ricciardo, Kvyat también considera que el circuito es muy técnico y exigente para los pilotos: "El comienzo de la vuelta es siempre realmente duro y es muy fácil tener un error. La vuelta comienza con un gran test, pero la gran prueba es conseguir un buen ritmo a través de ella, pero se da en todos los puntos del circuito. La larga recta es buena y la gran frenada al final del circuito es muy interesante. Es un circuito realmente muy bueno, ancho y abierto, donde puedes empujar al máximo durante toda la vuelta. He tenido una gran carrera aquí el año pasado y conseguí algunos puntos al final de la carrera, así que estoy feliz por volver".

Por su parte, Daniel Ricciardo también se ha mostrado encantado con su regreso a China, una ciudad que le encanta: "La ciudad es muy bonita y sus mercados en particular son una revelación. Parece que tienen más tecnología de la que nunca podrías pensar que existiera. Estoy cerca de la pista, así que solo puedo estar dentro de la ciudad un día, para hacer compras y salir un poco. He encontrado unos pocos restaurantes bonitos en los últimos años, y me gusta la comida local".

También reconoce que el circuito es muy complicado, y que permite observar la calidad de los pilotos. "El paddock es enorme, necesitas ser un atleta solo para dar una vuelta alrededor. Por el circuito en sí, lo llamaría 'técnico', la curva una, dos y tres son muy largas y técnicas, no creo que haya ninguna curva como esa en el calendario, y es muy agresivo con los neumáticos delanteros. También tiene una recta muy larga; puedes tomar una lata de Red Bull mientras que la atraviesas", ha apuntado.

Algunos pilotos consideran este circuito muy anodino y aburrido, algo que para Ricciardo es completamente erróneo "He oído a algunos pilotos decir que es muy aburrido. ¡Ja! Si ellos piensan que es aburrido conducir un coche de Formula 1, entonces deberían haber intentado venir aquí con un Formula BMW. Piloté aquí cuando era un niño, con una gran emoción y entusiasmo, y créeme, era la clase de recta donde definitivamente podría haber cogido un libro si hubiera tenido uno", ha confesado.

Así mismo, el australiano ha avisado sobre uno de los principales retos que van a tener que afrontar en la carrera: la elevada degradación de neumáticos. Ricciardo ha afirmado que es tan elevado que se mide en curvas más que en vueltas

"Es realmente extremo, pero todavía lo habría preferido a un escenario en el que el neumático tardara tres vueltas en coger temperatura, era increíble. En calificación, la vuelta de salida tenías que conducir como tu abuela, intentando no matar el neumático antes de que la vuelta rápida comenzara", ha finalizado.