El Gran Premio de Malasia no fue nada sencillo para Red Bull. La formación austríaca careció de un ritmo competitivo en todo momento y, para colmo, se vio superada por Toro Rosso. A parte de esta carencia de velocidad, también fue llamativo cómo los dos RB11 comenzaron expulsar humo negro de sus frenos a unas alturas no muy avanzadas de la carrera.

Haciendo una recapitulación de todo lo acontecido en la prueba de Sepang, Christian Horner ha apuntado algunas de las razones por las que no fueron competitivos. De Daniel Ricciardo, el director de Milton Keynes ha afirmado que dañó su alerón delantero al tocarse con el monoplaza de Nico Rosberg. Daniil Kvyat, por su parte, se fue largo en la primera curva.

"Daniel dañó el alerón delantero en la primera curva tocando la parte posterior de Nico. En el primer par de vueltas pareció asentarse, pareció alejarse. Dany Kvyat se fue largo en la primera curva, pero, de nuevo, fue recuperando bastante bien. Luego el coche de seguridad salió. Paramos con los dos coches y, efectivamente, recuperamos una plaza porque pasamos a Rosberg con Ricciardo y no perdimos ninguna posición con Kvyat".

Más tarde, el principal contratiempo llegó cuando, relanzada la carrera tras el coche de seguridad, los dos bólidos austríacos empezaron a rodar con tráfico. En esos compases, sus temperaturas se dispararon. Especialmente las de los frenos, lo cual, según ha explicado Horner, les obligó en el muro a idear una forma de llegar a la meta y así no verse obligados a abandonar.

"Pero luego, tan pronto como empezamos a estar en tráfico, las temperaturas empezaron a descontrolarse, particularmente los frenos. Luego realmente no tuvimos ritmo alguno. Estuvimos intentando gestionar nuestro camino a lo largo de la segunda mitad de la carrera para asegurarnos de que llegábamos al final".

Respecto a si el calor que hizo en Malasia fue la razón de que los frenos empezasen a soltar humo y sobrecalentarse, Horner ha defendido que esa no fue la única, sino una de varias. Un apunte de gran relevancia es que cambiaron de suministrador para este componente a principios de año y, por ello, en el equipo deben investigar a fondo lo sucedido para solventar los problemas actuales.

"Creo que fue un factor contribuyente, no creo que fuera todo el problema. Así que creo que necesitamos ir más lejos y entender algunos de los problemas del fin de semana y asegurarnos de que nos ocupamos de ellos, con suerte a tiempo para China. Cambiamos el suministrador de frenos este año. Simplemente necesitamos entender cómo llegamos a la situación que tenemos e ingeniar una forma de salir de ella".

El responsable de la formación dominadora del mundial durante cuatro años ha admitido también que padecer tantos contratiempos este fin de semana les cogió por sorpresa. Esta es la causa por la que deben sacar conclusiones de lo ocurrido para estar mejor en el Gran Premio China.

"Ha sido complicado gestionar todo el fin de semana, pero creo que nos pilló por sorpresa que tuviéramos tantos problemas como tuvimos, especialmente cuando estuvimos en aire sucio. Pero necesitamos aprender de eso y hacer un mejor trabajo en China".

No obstante, el dirigente inglés ha admitido que, en estos momentos, en Red Bull no son conscientes exactamente de qué elementos provocaron todos los problemas que les afectaron a lo largo de la última cita del calendario. Simplemente son conscientes de que en Malasia les faltó velocidad.

"Creo que la respuesta honesta a estas alturas es que no lo sabemos realmente. Vimos una degradación bastante alta y aquí pudiste ver que hubo bastante humo de frenos saliendo pronto, y en un punto estuvimos preocupados de no conseguir llegar al final de la carrera. Fue cuestión de limitar los daños, gestionar nuestro camino hasta el final de la carrera. Para ser honesto contigo, a esta altura sabemos que no tuvimos ningún ritmo esa tarde", finalizó.