Tras el primer gran parón de la temporada, el 'Gran Circo' regresa a escena en el Circuito de Barcelona-Cataluña. Será el 45ª Gran Premio de España de Fórmula 1, pero solo el 25º disputado en Montmeló. El trazado barcelonés cumple sus bodas de plata con la máxima categoría del automovilismo y lo hará con la incertidumbre de ver cómo funcionan los grandes conjuntos de mejoras que los equipos introducirán este fin de semana. Desde la escudería líder de ambos campeonatos, aseguran que no tendrán mejoras en su propulsor, pero el apartado aerodinámico ha sido minuciosamente analizado durante estas tres semanas de parón.

Una de las novedades que más llamará la atención, alerones a parte, será el esperado cambio de colores en el monoplaza de McLaren. La escudería inglesa cambiará el característico plateado por un gris grafito que, según sus dirigentes, lucirá mejor bajo los focos en las carreras nocturnas y bajo los rayos de sol en las demás. Más allá del aspecto puramente estético, en Woking esperan que el arduo trabajo, codo con codo, con Honda, comience a dar sus frutos. La escudería inglesa llevará mejoras en todos los apartados. Principalmente, han sido revisadas la fiabilidad y la potencia del propulsor nipón. Los puntos aún están por llegar, pero esperan que se hagan realidad este fin de semana.

Toda la parrilla ha aprovechado el primer parón largo del año para pulir los detalles de sus monoplazas y exprimir a sus departamentos técnicos en pos de las décimas que les metan en el Top 10, o que les permitan pasar de Q3, o luchar por el podio. Será interesante ver cómo se resuelve el duelo Mercedes-Ferari en esta ocasión. Los italianos tienen ante sí una oportunidad de recortar distancias, pero en Brackley no se han quedado parados estas semanas. Un rediseñado alerón delantero y diferentes mejoras aerodinámicas serán las protagonistas en el W06.

Las escuderías, en la quinta lucha de la temporada, tendrán que completar un total de 66 vueltas a los 4.655 metros del trazado barcelonés para alcanzar los 307,104 kilómetros al final de la carrera del domingo. De las 16 curvas, la larga curva 3, con la que Fernando Alonso se reencontrará tras su fuerte impacto durante los test de pretemporada es la más exigente para los neumáticos Pirelli y su vida útil. Los pilotos cambiarán de marchas 44 veces por vuelta, hasta un total de 2904 en carrera. La lluvia no prevé hacer acto de aparición y las temperaturas rondarán los 24ºC, lo que acompañará al ambiente único que suele vivirse en las inmediaciones de Montmeló durante los fines de semana de Gran Premio.

La estrategia

Pirelli ha elegido el compuesto duro (naranja) y medio (blanco) para la ocasión. La elección trata de ofrecer dos gomas que no vean excesivamente comprometido su rendimiento con los grandes cambios de dirección y las largas curvas a gran velocidad que presenta el trazado de Montmeló. La degradación será un punto clave a controlar por los equipos este fin de semana y es que las fuerzas laterales que actúan sobre los dos neumáticos izquierdos, principalmente, son las segundas más altas de todo el calendario.

La carga aerodinámica del monoplaza suele ser elevada en el circuito español y, también por ello, los neumáticos alcanzarán temperaturas superiores a los 130ºC. La velocidad media del circuito no supera los 194 km/h y las oportunidades de adelantar serán escasas. Por ello la estrategia jugará un papel clave el domingo. Se espera que los equipos opten por dos paradas (en torno a la 18-20 la primera y sobre la 40-43 la segunda) como elección prioritaria, pero cabría la posibilidad de jugar la carta de las tres detenciones. La salida también será uno de los momentos relevantes, ya que los 730 metros que hay desde el primer cajón de parrilla hasta la primera curva cerrada a derechas darán la oportunidad de jugarse el tipo a más de uno.

El consumo de combustible ronda los estándares de la temporada, por lo que no debería ser un excesivo problema. El 75% de las victorias han salido desde la primera casilla de parrilla, por lo que la lucha por la pole del sábado se antoja sumamente decisiva para lo que pueda acontecer el domingo sobre el asfalto barcelonés. Nadie ha ganado nunca más allá de la quinta posición de salida en Montmeló. El safety car tiene un 40% de posibilidades de hacer acto de presencia, por lo que no sería raro que alterase la estrategia de más de uno este fin de semana.

Las estadísticas

Michael Schumacher sigue siendo el rey del trazado barcelonés. Con seis victorias, solo Mika Hakkinen se le acerca con la mitad de primeros cajones del podio pisados. De la parrilla actual, solo Kimi Räikkönen y Alonso han repetido triunfo en Montmeló (2). En cuanto a constructores, Ferrari (8) lidera la tabla por delante de Williams (6) -la última con Pastor Maldonado en 2012- y McLaren (4). Renault, en cambio, es el más laureado en cuanto a motoristas (10) por delante de la propia Ferrari (8).

En la tarde de los sábados, solo Räikkönen (2) ha repetido pole position en Barcelona. Lejos, no obstante, de las siete que logró Schumacher a lo largo de su carrera deportiva. Ferrari (7) y Williams (5) son los dos mejores constructores históricos en las jornadas sabatinas de Montmeló. Fernando (7) es el segundo piloto con más podios en tierras barcelonesas, solo por detrás de 'Schumi' (12). Lewis Hamilton y Räikkönen suman cuatro cada uno, pero el inglés venció por primera vez el año pasado.

En 2014…

Hamilton se hizo con su cuarta victoria consecutiva en lo que iba de temporada. El inglés dominó una carrera en la que Nico Rosberg trató de buscarle las tuercas con una estrategia distinta, en la que llegó con neumáticos más nuevos al tramo final. Los dos Mercedes doblaron hasta el séptimo clasificado y se mostraron totalmente imparables sobre el asfalto catalán. El Top 10 se decidió en la estrategia en boxes, pero Sebastian Vettel compensó la falta de adelantamientos tras arrancar desde la 15ª posición de parrilla.

Mención a parte merecía el adelantamiento de Daniil Kvyat a Esteban Gutiérrez por el exterior de la curva 3. Osadía brillante. Fernando Alonso fue el último piloto en no ser doblado por la Flecha Plateada de Hamilton, logrando un sexto puesto agridulce, ya que la estrategia a tres paradas pareció dejarle sin la opción de un quinto o un cuarto. Los Red Bull, a pesar de la infinidad de problemas en el arranque de la temporada, lograr el tercer y cuarto puesto colocándose segundos segunda en el Mundial. La remontada de Vettel y la carrera en tierra de nadie de Daniel Ricciardo daban esperanzas a los de Milton Keynes.

Esperanzas de poder ocupar el último cajón del podio disponible porque los dos primeros estaban en otra galaxia. El duelo final entre Hamilton y Rosberg hizo despertarse a una afición algo aletargada. El alemán no lo logró y las seis décimas que separaron a ambos en meta serían el acicate para su jugada en Mónaco. Pero esa es otra historia.

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