Después del Gran Premio de España, donde la actuación de Red Bull no fue buena, las aguas en el equipo austriaco se han revuelto. A las palabras de Daniel Ricciardo en las que aseguraba que él no estaba en la Fórmula 1 para luchar por la séptima posición y la contestación de Helmut Marko en las que avisaba a sus dos pilotos del buen hacer de Max Verstappen y Carlos Sainz, se suman las declaraciones de Christian Horner, aunque en esta ocasión han servido para aplacar un poco los ánimos.

El jefe del equipo ha señalado que el problema actual de Red Bull no tiene nada que ver con sus pilotos, sino que lo que han de resolver cuanto antes es las deficiencias de manejabilidad y potencia de su RB11.

"Nuestro problema no son los pilotos, nuestro gran problema tiene que ver con el manejo del coche y la potencia", ha asegurado Horner.

Además, preguntado por la marcha de Sebastian Vettel, el británico ha señalado que la crisis de Renault no la podrían haber esquivado aunque el alemán hubiera seguido al frente del equipo.

"Tampoco podemos olvidar lo bien que lo hizo Ricciardo el año pasado cuando pudo", ha defendido.

Además, otro de los asuntos que preocupan dentro del equipo son las reglas de este año y el posible aumento de cuatro a cinco motores para usar en todo la temporada. Aunque en este caso ha regateado las preguntas al asegurar que no tiene permiso para hablar de la reunión que tendrá lugar el jueves y ha animado a los periodistas a preguntar a Toto Wolff sobre el tema.

Así, el austríaco sí ha hablado de otro de los temas que estarán sobre la mesa en la reunión: "Queremos mantener los costes de los equipos grandes y pequeños bajo control y mantener unas normas más atractivas. Queremos coches a plena potencia y carreras más espectaculares, con un paso de vuelta más rápido. Tenemos que reinventar la Fórmula 1 y mejorarla constantemente para los aficionados", ha conluido.