Otro Gran Premio que se consume en la agenda de la Fórmula 1 que ha parecido pasar sin pena ni gloria a los andares de las memorias de los aficionados. La falta de emoción y los incontables problemas de frenos y consumo de carburante ha provocado que la carrera en Montreal no haya provocado un impacto demasiado positivo.

El fin de semana en el Gilles Villeneuve empezó torcido ya con la imagen poco usual de los comisarios de pista recogiendo grapas en el Pit Lane. Sí, grapas de procedencia desconocida con riesgo de provocar pinchazos y demás.

La FIA, por el contrario, mostró que si quieren mejorar, pueden. Una cosa tan básica como ir actualizando la información meteorológica ayuda a despertar al interés de todo el público y ayuda a entender lo que está pasando.

Además, soluciones como la propuesta en caso de saltarse la última chicane del trazado canadiense, mejoran la calidad deportiva de la F1. Sin embargo, la Federación volvía a sus andadas cuando en los Libres del viernes investigaba a Carlos Sainz Jr. por no salir a pista después de dejar goma en su box. El caso fue que Carlos tuvo un problema eléctrico. Investigación sin sentido que parece más 'investigable' que cuando Nico Hulkenberg rodaba en dirección contraria después de colisionar con Sebastian Vettel y cerca se quedó de un choque frontal contra Felipe Massa.

Lewis Hamilton finalizó último los Libres 3, aunque sería el único momento del fin de semana que no estaría liderando a todo el grupo, porque parece que el británico está abonado a la primera posición y hay pocas cosas que puedan impedirlo. Otro fin de semana perfecto para el bicampeón que se encamina hacia su tercera corona.

Nico Rosberg, como no podía ser de otra forma, lo intentó en vano y se tuvo que conformar con su ya acostumbrada segunda posición. A 17 puntos en el Mundial y al alemán le hará falta un cambio bastante radical si quiere tener recompensa en 2015. Siguiendo en el podio, sorprendió pero no sorprendió Valtteri Bottas.

Sorprendió porque es el primer podio para un decepcionante Williams en 2015. Aunque no sorprendió porque el finés es Mr. Canadá, dado que nunca ha calificado peor que 4º y finalmente hoy ha logrado el premio que se merecía.

Ferrari, no obstante, no debería irse satisfecho del país norte-americano. El haber consumido 3 tokens en su motor y no haber logrado el podio –por primera vez en el año- no puede haber sentado bien a los de Maranello. Mientras que Kimi Raikkonen cometió un error y trompeó con gomas frías (regalando el podio a Bottas), Sebastian Vettel hizo toda una demostración de adelantamientos, ya que concluyó 5º después de partir 18º en parrilla. Pecando quizá de precipitación a veces, el tetracampeón del mundo ha demostrado hoy porqué lo es.

La cara más oscura del Gran Circo vuelve a ser McLaren Honda. Hoy la excusa han sido los escapes tanto del #14 como del coche #22. Dicen los de Woking que no tienen que ver los abandonos de Fernando Alonso con el de Jenson Button. La cuestión es que por mucho que Fernando sea optimista, cuesta serlo viendo los resultados, que la única forma de poder sonreír viéndolos es dándoles la vuelta. Literalmente.

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Alonso le preguntaba irónicamente a Button si así lo veía mejor. "Bueno, probablemente depende del punto de vista", decía agregando etiquetas de apoyo al equipo como #SeguirUnidos.

Toca pasar página e intentar no sufrir demasiado en los dos próximos Grandes Premios (Austria e Inglaterra) que –aparentemente- también serán negativos para la segunda escudería más laureada de la historia de la Fórmula 1. Siguiendo con los españoles, la verdad es que Carlos Sainz Jr no pudo hacer demasiado ante un motor Renault igual de impotente que el Honda, cuales carencias se destacaron ayer sobre el Gilles Villeneuve. Sin puntos, como se podía esperar, ni demasiada capacidad de respuesta. Max Verstappen tampoco logró puntuar, ni mucho menos, por su sanción en parrilla. Destacamos, al menos, que el piloto madrileño logró manejar el consumo de combustible y así adelantar a todo un Red Bull de Daniel Ricciardo. Ganador el año pasado en Canadá.

En el caso de Roberto Merhi, ya que hablamos de coches impotentes, tuvo que abandonar a falta de siete vueltas para el final después de haber completado un buen fin de semana en el que dominó, otra vez, a su compañero. Estaba por delante de Will Stevens en carrera cuando Romain Grosjean doblaba y golpeaba asimismo al británico, con las posteriores palabras ‘amables’ de Stevens por radio: “es un estúpido”...

Ahora cabe preguntarse si vale más la pena poner complicadas regulaciones que pocos comprenden antes de intentar mejorar el espectáculo. ¿Es mejor limitar la gasolina, o dejar a los pilotos gastar en exceso para poder adelantar más? ¿Es mejor complicar los sistemas de frenado que potenciar los bloqueos y los movimientos arriesgados? ¿Es buena idea complicar tantísimo los alerones delanteros antes que hacerlos más resistentes para sufrir pequeños toques? La Fórmula 1 es un escaparate de tecnología punta para el resto del mundo automovilístico donde las innovaciones se usan en la calle. Pero usar alerón extremadamente complejos, ¿en qué influye en los autos de carretera? Este es un pequeño ejemplo de la pérdida del rumbo de la categoría reina del automovilismo.

Lo irónico es que la FIA está replanteándose todas estas medidas para 2017. Pero, ¿qué pasa con el año próximo? El problema es que el órgano rector de la F1 se muestra más interesado en plantear un GP de Europa en la capital de Azerbaiyán (país asiático) antes que recuperar aficionados y hacer de la Fórmula 1 un espectáculo más espectacular. Aunque por ahora, lo único que se puede hacer es –como ha dicho Alonso al acabar la carrera en Montreal-, “es lo que toca”