Después de cuatro años en Ferrari en los que siempre fue superado por Fernando Alonso, las críticas hacia Felipe Massa han menguado con su papel en Williams, donde parece vivir una segunda juventud. Sin embargo, el comportamiento del brasileño a mandos de un Fórmula 1 parece estar siempre en entredicho, en mayor o menor medida, algo que para Rob Smedley es injusto.

"He trabajado con Felipe más de diez años y creo que algunos de vosotros (periodistas) hacéis un gran trabajo descartándole, y lo seguiréis haciendo, él no es un piloto de primera linea", ha comentado enfadado Rob Smedley. "Es el tipo que no consiguió el Mundial por un punto. No estaba ahí por accidente y el equipo le decepcionó en 2008. No voy a hacer leña del árbol caído, pero el equipo le decepcionó. Funcionalmente, éramos muy pobres”.

"Podría haber tenido el campeonato con 20 puntos que hoy serían 40 o 50 puntos. Por lo que no sucedió por el accidente. Ha tenido algunos tiempos buenos, algunos malos. Pero es muy astuto y un piloto muy seguro, no creo que en el equipo tengamos un piloto mejor que otro, o que tengamos un piloto del que dependamos mucho más que del otro. En este caso tenemos dos muy buenos pilotos", ha insistido Smedley.

Por ello, el jefe de rendimiento de Williams ha asegurado que la rivalidad entre los dos compañeros de equipo les sirve para presionarse el uno al otro y hacerse mejores pilotos.

"Siempre están unidos, ambos son extremadamente rápidos y son pilotos inteligentes. Vienes a un circuito y Felipe es más rápido que Valtteri y después te vas a unas semanas más tarde y es posible que haya cambiado en el otro sentido. Es porque sus equipos trabajan con detalles", ha comentado.

"Lo que me hace feliz es cómo los dos equipos trabajan junto a sus pilotos, les presionan mucho. Creo que tenemos una gran competición entre ingenieros de carrera e ingenieros de rendimiento, ambos alrededor de los pilotos, y este es el paso adelante más grande que podemos dar. Trabajan en una dirección en la que soy más feliz y en la que me siento más cómodo. Está siendo muy fructífero. Tienes un piloto arriba un fin de semana y los ingenieros de pistas del otro coche se van y miran detalladamente lo que han hecho los demás, mirando todos los detalles, y después vuelven a estar arriba en la siguiente carrera. Es bueno que se presionen los unos a los otros", ha concluido Smedley.