Después de consolidarse como una de las revelaciones de la temporada en la primera mitad de Campeonato, Carlos Sainz pasa ahora mismo por una mala racha competitiva. En las últimas cuatro carreras (Austria, Gran Bretaña, Hungría y Bélgica) — el español se ha visto obligado a abandonar, siempre por causas mecánicas ajenas a su pilotaje.

En la última prueba, sobre el asfalto del circuito de Spa-Francorchamps, su monoplaza tuvo un fallo eléctrico en la vuelta de formación, que derivó en pérdida de potencia. Aunque sus mecánicos pudieron hacer que Sainz se incorporara a la carrera, fue con varias vueltas de retraso, y esto acabó haciendo que el equipo decidiera retirar el coche para salvar kilometraje en su motor Renault.

"Obviamente es una gran frustración, cuatro carreras en los puntos y cuatro abandonos", ha asegurado. "Era 9º en Austria, 8º en Silverstone, 5º-6º en Hungría y en Bélgica sin hacer nada especial nuestra posición natural hubiera sido el 7º", ha admitido el de Toro Rosso.

Aún así Sainz mantiene el optimismo. "Es mi primer año como debutante y aunque he abandonado cuatro veces consecutivas, ninguno de los abandonos tienen que ver conmigo", ha dicho. "Al final todo esto sólo me hará más fuerte, me ayudará a formarme, pero sí, es frustrante", ha puntualizado.

"Con mi actuación el Campeonato estoy contento, como el sábado en Spa, metiéndome en Q3 con varias vueltas muy buenas. En Red Bull saben cuál es mi rendimiento y cuáles son las causas de los abandonos, así que no estoy preocupado", ha dicho el español, que tiene en Monza la oportunidad de reivindicarse y salir de la situación en la que se encuentra.