Poco o nada se puede recordar de Sochi como circuito de Fórmula 1. En 2014 debutó, impulsado por el afán de un presidente de Gobierno casi zar y de un acuerdo con bases económicas y que buscaba acercar la categoría a nuevos horizontes. Una vez más. Putin no retrasó el inicio de la carrera, como hiciera con la última ronda de la clasificación del DTM en el verano de 2013. El presidente ruso sobrevoló la zona a bordo de su helicóptero y el espacio aéreo quedó cerrado en las inmediaciones de Sochi. Consecuencia: el helicóptero médico no habría podido despegar en caso de emergencia.

Excentricidades gubernamentales a un lado, el trazado ruso, construido alrededor de la principal sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, fue diseñado por el omnipresente Hermann Tilke y consta de 18 curvas, varias de ellas ciegas, y 11 puntos de frenada. Con sus 5.853 metros de longitud es el tercer circuito más largo de la temporada, tras Spa-Francorchamps y Silverstone. De él dicen los equipos que se asemeja a las exigencias de Singapur en cuanto a mecánica y aerodinámica. Por supuesto, las temperaturas están muy por debajo de las que se experimentan en el país asiático.

Solo 1,7 kilómetros discurren por las calles de una ciudad costera que es lugar de culto vacacional para miles de rusos cada verano. A las orillas del Mar Negro y a solo media hora en coche de la frontera con Georgia, precisamente poco amigos del presidente. A Sochi llega la F1 tras una semana de preparativos después del GP de Japón. No hay rivales para Mercedes en todo el campeonato, pero precisamente en el circuito ruso, como sucediera en Singapur, puede saltar la ya no tan sorpresa. Las flechas plateadas sufrieron en tierras asiáticas, aunque recuperaron con creces el vuelo en Suzuka. Este fin de semana, todo podría pasar y en Ferrari esperan con ansias el momento.

Más allá, el duelo Max Verstappen-Carlos Sainz promete chispas nuevas. El madrileño ya ha dejado claro que "cuando necesite ser egoísta, lo seré", a pesar de "ser un hombre de equipo". ¿Le tocará a alguno de los dos ceder el paso al otro este fin de semana? Pocas escuderías se encuentran en la situación de necesidad que vive Honda. Dudas continuas. Críticas que no cesan de llegar desde cualquier ángulo. Comparaciones dolorosas con la GP2 y un ritmo de evolución que ya se ha mostrado incompetente para este 2015. En Singapur dieron la cara hasta que la mecánica les dio la espalda. Por enésima vez. En un circuito que se asemeja al asiático, veremos dónde pueden llegar a estar.

Manor ya cuenta las horas para calzar el mejor motor de la parrilla. Pero para ello deberán esperar a 2016 y pasar el trago de las cinco carreras que restan de esta temporada. Acabarán el año con el coche actualizado de 2014. Ver para creer. Y se arrastrarán hasta meta sin poder luchar contra nadie que no sean ellos mismos. 53 vueltas para superar os 309 kilómetros en carrera. 2.120 cambios de marcha en carrera y escasas posibilidades de que salga un coche de seguridad. Eso espera en Rusia, donde la Fórmula 1 no conoce tradición. Los escenarios nuevos parecen ser prioritarios en los últimos años, antes de que Bernie se disponga a vender, previsiblemente, su 'criatura' en los próximos meses.

La estrategia

Pirelli ha reculado respecto a su elección de 2014. Ante un asfalto recién instalado y presumiblemente abrasivo, los italianos eligieron el blando y el medio. En esta ocasión, han optado por el blando (amarillo) y el superblando (rojo). Así, Paul Hembery y compañía confían en aumentar al típico rango de dos o tres las paradas en boxes durante el domingo. La sucesión casi constante de curvas exigirá un buen agarre a las gomas de Milán. Aunque no parece que vaya a haber excesivas sorpresas con las estrategias, ya veremos un cambio respecto a la ganadora única parada de 2014.

Las probabilidades de que Ben Maylnader haga acto de presencia en pista son escasas, aunque con una sola cita disputada es más complicado de valorar. La distancia hasta la primera curva es de 450 metros, lo que exigirá una arrancada óptima para no perder terreno. Las temperaturas, que rondarán los 15ºC, no deberían poner en serios aprietos a los equipos que no requieran de excesivo calor para sacar rendimiento de sus monoplazas La lluvia se descarta a priori, pero la presencia del mar Negro a metros del trazado siempre puede hacer cambiar las cartas de mano.

Las estadísticas

Poco hay que rebuscar en el baúl de la historia para encontrar las estadísticas de Sochi. Una única victoria en su estreno para Lewis Hamilton. Una única pole para Lewis Hamilton. Todas las vueltas en cabeza. Pero la vuelta rápida la logró Valtteri Bottas con su Williams para ser tercero. El hito de la consolación para evitar el que hubiera sido el segundo Grand Chelem del británico.

En 2014…

Lewis Hamilton igualó las 31 victorias de Nigel Mansell. No tuvo rival. Logró la pole a pesar de la gran vuelta de Bottas el sábado, que se quedó a cuatro décimas del británico en un trazado en el que se llegan a alcanzar los 330km/h a final de recta de meta. En la arrancada del domingo, Nico Rosberg se emparejaba con su compañero de equipo por el exterior. Apuraba frenada. Clavaba frenos. Pero se salía por fuera en la segunda curva y tenía que ceder la posición al inglés. Antes de cruzar la línea de meta por primera vez, el alemán montaba los medios e iniciaba una intensa cabalgada de 52 vueltas por recuperarterreno perdido.

Jenson Button y Fernando Alonso secundaban al dueto líder. Por detrás, un desatado Kevin Magnussen luchaba con los Toro Rosso antes de que llegara Red Bull. Jean-Eric Vergne mantenía a tiro a Sebastian Vettel, pero el alemán poco tardó para poner tierra de por medio con su RB10. Bottas, segundo en discordia, se negaba a renunciar a competir con el Mercedes de Hamilton. Ferrari erraba en boxes con el gato y Alonso tenía que renunciar a las escasas posibilidades de podio que tuvo.

Bottas arrebataba en la última vuelta a Hamilton su segundo Grand Chelem al marcar la vuelta rápida de carrera. Mercedes ya era campeona del mundo de Constructores. El primero de dos títulos que marcaron un punto de inflexión irrepetible en la Fórmula 1. Y ya eran 17 puntos los que el inglés sacaba a Rosberg.