Rob Smedley, jefe de rendimiento de Williams, asegura que el equipo tomará un camino radical de cara a la próxima temporada. Tras el gran cambio realizado en el monoplaza de 2015, en el que consolidaron la mejoría del año 2014. Pese al tercer puesto en el Campeonato de Constructores, el equipo Williams comenzó el diseño del FW38 antes de tiempo, debido a la ventaja que mantenía con el equipo más inmediato, Red Bull.

Smedley explica que la razón del bajo rendimiento del FW37 en estas últimas carreras se debe justo al trabajo enfocado en 2016, cosa que el año pasado no sucedió, ya que el desarrollo del monoplaza se alargó hasta la última carrera.

"El final de la temporada ha sido un poco mediocre en comparación con el año pasado, pero el año pasado desarrollamos el coche justo hasta el último momento. Este año, después de haber estado mucho más cómodos y consolidados en el tercer puesto, nuestros pensamientos cambiaron a 2016 y 2017", expone.

El ingeniero británico afirma que los coches de 2015 y 2016 son tan diferentes que esto hizo imposible cualquier prueba aerodinámica en pista. "El coche de 2016 que tenemos en el túnel de viento y el coche de 2015 son significativamente diferentes, así que no hay nada que podamos hacer desde el punto de vista aerodinámico. Otras partes de I + D y el diseño mecánico se prueba todo el tiempo", añade.

Para finalizar, Smedley aclara que el trabajo dentro del equipo con sede en Grove es positivo y están contentos con el desarrollo: "Pensamos que todo lo que vemos por el momento es bueno. Alcanzamos objetivos. Siempre buscamos (mejora), no sólo en números, sino también en otras áreas de desarrollo aerodinámico. Es un proceso de regreso hacia adelante. Por el momento estamos razonablemente contentos con lo que vemos", concluye.