En Red Bull ya han comenzado a adoptar medidas preventivas para garantizar que no se vuelva a repetir un error en boxes como el que le costó la victoria a Daniel Ricciardo en Mónaco. Christian Horner, jefe del equipo, ha confirmado que se ha realizado un análisis exhaustivo en respuesta a la derrota sufrida el pasado fin de semana, que dejó a todos los miembros de la escudería "completamente decepcionados".

Después de la carrera, Horner afirmó que se trató de un malentendido provocado por la disposición diferente de los garajes de Mónaco. Según el británico, esa fue la causa fundamental, ya que los neumáticos que le iban a poner a Ricciardo en su parada estaban en la parte de atrás del box, nada accesibles.

El retraso en la búsqueda del neumático superblando para el australiano hizo que perdiera una gran cantidad de tiempo. Al salir de boxes, se situó detrás de Lewis Hamilton, que sería el ganador final de la prueba, lo que dejó al australiano en el segundo lugar del podio y con una visible decepción en su cara.

"Después de haber estado tan cerca de una victoria en Mónaco, lo que nos hizo perder fue la falta de comunicación en boxes. Inevitablemente, se realizó un gran análisis sobre lo que ocurrió, por qué pasó y también se tomarán medidas preventivas para que no vuelva a suceder. Con todas estas cosas, nunca hay una sola causa. Fue la culminación de una serie de factores que entran en juego durante la carrera. La parada de Max, una parada abortada y un cambio de compuesto de neumático. Todas esas cosas contribuyeron a un escenario en el que, en última instancia, los neumáticos que se creían que iban a estar disponibles, no estaban dentro del garaje, estaban en una zona de difícil acceso y que, por supuesto, llegó a un punto en el que Daniel tuvo que detenerse y esperar porque no estaban disponibles", ha explicado Horner.

Lo que está claro, es que Horner ha culpado a la escudería y no a un miembro concreto, pero lo que sí que espera es un entendimiento mucho más profundo para evitar que semejante incidente vuelva a ocurrir. "Sí, fue muy frustrante, pero después no se ha señalado a nadie con el dedo. Como dije después de la carrera, ganamos y perdemos todos juntos como un equipo. Es una cuestión de entender lo que salió mal, de trabajar en equipo para resolver el problema y de tomar las medidas oportunas para asegurarnos de que esto no suceda en otra ocasión. En el deporte de competición se fuerza siempre hasta el límite y eso fue lo que ocurrió en Mónaco. Ahora simplemente hay que asegurarse de que los procedimientos que se ponen en marcha puedan cubrir cualquier situación que suceda", ha comentado el de Red Bull.

A partir de ahora Ricciardo, "totalmente abatido" tras la carrera en el Principado, se centrará en las próximas pruebas y tratará de olvidar la victoria que podía haber sido y no fue.

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