Carlos Sainz comenzó la temporada como compañero de equipo de uno de los pilotos revelación de los últimos tiempos, Max Verstappen. Sin embargo, tras el Gran Premio de Rusia al nacido en Bélgica le ascendieron a Red Bullcomo sustituto de Daniil Kvyat. El madrileño ha asegurado que en el tiempo que Verstappen y él compartieron escudería, el nivel entre ambos era igualado y la diferencia era mínima, en concreto, de “tan sólo un par de décimas”.

Cuando estábamos juntos en Toro Rosso, sólo había un par de décimas entre nosotros. A veces el péndulo estaba con él, y luego volvía de nuevo hacia mí. Estábamos más o menos al nivel”, ha expresado el español a la publicación alemana Auto Motor und Sport.

Respecto a la temporada 2016 de Toro Rosso, los de Faenza llevan una unidad de potencia Ferrari de 2015 y poresto se encuentran en una clara desventaja en la que sólo pueden luchar con equipos que se encuentran en una línea ascendente de mejora en circuitos de potencia, como Spa-Francorchamps o Monza.

Ciertamente no es una ventaja. McLaren [Honda] ha recuperado terreno y en pistas como Spa y Monza, nos vamos a encontrar con fuerza”, ha añadido.

A final de esta temporada Sainz terminará su segundo año en Fórmula 1 y la posible renovación con Toro Rosso despeja la presión extra que un piloto tiene cuando se crean dudas de su continuidad en un equipo. “Es una buena sensación. Especialmente tan pronto en la temporada. Sé por experiencia personal lo nervioso que te sientes si no te confirman y realmente espero un tercer año en Toro Rosso”, ha reconocido Sainz.

Finalmente, y de cara al rendimiento de Toro Rosso en 2017, año en el que montará el motor Renault, Sainz ha expuesto que, tras ver las mejoras que los franceses han realizado durante todo el año, hay confianza de cara a la próxima temporada.

Cuando ves el progreso que Renault ha hecho en los últimos meses, te sientes muy confiado”, ha concluido el español.