La Federación Internacional de Automovilismo, la Fórmula 1 y los equipos continúan dando forma al reglamento para la temporada 2021, cuando llegará la primera gran renovación de la Fórmula 1 desde que Liberty Media tomó los mandos.

Según informan diversos medios, el último elemento en ser tema de debate, es la suspensión activa, elemento cuyo regreso se pide con relativa frecuencia. La suspensión activa fue prohibida en Fórmula 1 tras la temporada 1993 tanto por el miedo que había al avance de la electrónica y su influencia sobre el pilotaje, como por la escalada de costes que podía presentar, amén de la ventaja que habían cogido algunos equipos.

25 años después, los equipos se las han ido apañando para crear elementos pasivos capaces de simular las acciones de esta suspensión activa, como se ha podido ver en el pasado con el ‘mass damper’ o más recientemente con los sistemas FRIC, ambos prohibidos o limitados por la FIA en cuanto se popularizó su uso.

La realidad es que, si bien en el pasado el coste de evolución de estos sistemas llegaba a asustar, hoy en día es tecnología relativamente simple y por lo tanto, asequible. Falta debatir sobre los beneficios que puede tener su implementación, especialmente si ello ayuda a que los vehículos puedan rodar más cerca entre ellos, que es precisamente el objetivo final que quiere alcanzar Liberty Media con el próximo reglamento, amén del siempre buscado y rara vez logrado ahorro de costes.