La nueva y evolucionada MGU-K de Renault hace finalmente su aparición en el Gran Premio de Austria, quizás, algo tarde para algunos pilotos. Y es que pese a que había unidades disponibles para todos, solo Carlos Sainz, Nico Hülkenberg y Stoffel Vandoorne han decidido montarla.

La razón es bastante sencilla, ya que los pilotos de Red Bull y Fernando Alonso ya tuvieron que cambiar de MGU-K por motivos de fiabilidad, por lo que de cambiar a una tercera unidad, conllevaría sanción, algo que Red Bull quiere evitar a toda costa en un Gran Premio en el que consideran que pueden sacar un gran resultado.

Por parte de McLaren, no se descarta que si en clasificación el resultado es tan negativo como en Francia, opten por montarlo y penalizar en el coche de Fernando Alonso, y así beneficiarse de esta mejora que la propia Renault ha alabado.

Este componente ya había fallado en momentos críticos, como en Mónaco con Daniel Ricciardo o en el propio Gran Premio de Francia, con Carlos Sainz. Renault ha trabajado a fondo consiguiendo una MGU-K más ligera, potente, y sobre todo, más fiable, buscando eliminar los contratiempos electrónicos que ha sufrido tanto Renault como equipo, como sus clientes.