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Viajar en familia a bordo un camper o una autocaravana es una forma divertida y diferente para conocer mundo y crear recuerdos inolvidables en familia. Descubrir nuevos sitios, paisajes y situaciones con “la casa a cuestas” es algo que estimula la imaginación y la curiosidad de grandes y pequeños. Además de que el viaje en un vehículo de este tipo se realiza con más calma por las propias características de estas casas rodantes, hacerlo con niños puede ser una experiencia inolvidable para ellos.
A los paisajes y entornos de los que se puede disfrutar no hay que olvidar lo práctico que resulta tener toda una serie de comodidades a mano, en nuestro propio vehículo, algo que no sería posible en un coche tradicional. Desde el baño (en el caso de tenerlo) hasta una nevera bien surtida o sencillamente una agradable mesa de comedor en la que comer durante las paradas. Pero como no hay nada perfecto, también en camper o autocaravana hay que cumplir una serie de normas y tener en cuenta otros factores para hacer que todo sea realmente agradable y divertido.
La seguridad es lo primero
Por muy tentador que pueda parecer dejar a los niños disfrutando en el interior de la zona de estar, jugando en una mesa o durmiendo en alguna de las camas, no debemos olvidar que el camper o autocaravana es un vehículo y hay que cumplir las normas. Los niños deben ir siempre en un Sistema de Retención Infantil (SRI) adecuado a su edad, tamaño y peso y convenientemente sujeto a un asiento del vehículo. Muchos campers y autocaravanas no tienen anclajes Isofix en las plazas posteriores por lo que hay que comprobar que en estos asientos tenemos cinturones de seguridad con los que poder sujetar el SRI. Otro factor importante es tener todos los objetos (vajilla, cubertería, botellas, juguetes, etc.) bien guardados y sujetos. En caso de accidente o con un simple frenazo pueden convertirse en un peligro para los pequeños.
Acostumbrar a los niños poco a poco
La idea de viajar en una “casa sobre ruedas” es tentadora tanto para los mayores como para los más pequeños pero eso puede hacer pensar que los niños van a ir más tranquilos en una autocaravana. En realidad van a tener que ir sentados y sujetos en su SRI como en un coche “normal” por lo que sería conveniente ir acostumbrando a los pequeños con viajes más cortos. Lo ideal sería hacer excursiones de fin de semana a destinos más cercanos para que se vayan acostumbrando. Esto permite que no solo los niños se familiaricen con esta nueva forma de viajar, sino que los padres también se vayan acostumbrando a esta nueva manera de desplazarse con los niños.
Elegir bien el inicio del viaje
El hecho de que en un camper o autocaravana viajemos como “en casa” puede inducirnos a error. Es importante escoger bien el momento de iniciar el viaje y evitar las horas punta o las de más calor, para no meternos en atascos interminables y que los niños tengan que estar todavía más tiempo en el interior del vehículo. Es aconsejable salir a las horas más frescas, como a primera hora de la mañana o al anochecer. Hay padres que piensan que una buena solución es viajar de noche para que los niños vayan durmiendo en sus camas y esto es un error gravísimo. En primer lugar porque no está permitido mientras el camper o la autocaravana están en movimiento y los niños deben ir en su SRI. En segundo lugar porque puede ser una situación extremadamente peligrosa en caso de accidente.
Planificar el viaje y las paradas
Viajar en una autocaravana hace mucho más fáciles algunas cosas pero cuando se hace con niños también hay que tener en cuenta que su paciencia tiene un límite por muy entusiasmados que estén con el viaje. Tenemos que planificar muy bien las paradas para descansar, comer y repostar, siempre teniendo en cuenta las necesidades de los pequeños. Es muy recomendable realizar, con unos días de antelación, una lista de cosas necesarias y tareas que hacer durante el viaje. Las paradas durante el trayecto pueden ser más cómodas ya que en el interior de nuestro vehículo podemos llevar comida y bebida, pero también hay que planificar el espacio para que todo esté en su sitio.
Juegos contra el aburrimiento
Estar sentado y sujeto por un arnés en un vehículo puede ser tremendamente aburrido y agotador para un niño. Debemos organizar las actividades y juegos para que los niños puedan entretenerse durante el viaje. Una buena idea es hacerles elegir una selección de los juguetes que quieren llevar para todas las vacaciones. También hay que tener preparadas actividades durante las paradas, como dibujar o colorear o incluso juegos de mesa. Cuando ya se han acabado los juegos y canciones no queda más remedio que recurrir a la tablet o el smartphone, aunque puede no ser la solución ideal, sí que puede suponer un momento de tranquilidad y silencio para los padres. En este caso se puede hacer una excepción con la tecnología porque al fin y al cabo van a disfrutar de unas vacaciones diferentes, conociendo nuevos lugares y mucho más en contacto con la naturaleza.
