El Gran Premio de España tuvo un claro dominador, Nico Rosberg, pero Lewis Hamilton intentó evitarlo hasta el último metro, a pesar de recibir órdenes muy precisas de no exprimir al máximo su motor Mercedes, porque corría el riesgo de no terminar la carrera. El británico decidió ignorar esas órdenes de equipo para intentar alcanzar a un Rosberg que, finalmente, cruzó la línea de meta con una ventaja de más de 15 segundos.

Hamilton justificó su reacción alegando que un campeón del mundo no puede quedarse atrás y debe competir hasta el final. "Estoy aquí para competir, no para terminar segundo, así que naturalmente las ignoré y, por supuesto, lo haría otra vez", aseguró el pasado domingo.

Una decisión, la de Hamilton, que Mika Häkkinen considera incomprensible, ya que las órdenes de equipo, en este caso, eran por su propio bien y se jugó, sin que hiciera falta, 18 puntos que tenía asegurados. "La sobrecarga del motor en ese momento no se gestionó bien. Entiendo perfectamente por qué el equipo le propuso proteger el coche. No lo dijeron porque no quisieran que Lewis ganara. La razón era técnica", explica el finlandés en una entrerevista con la publicación Hermes.

A Rosberg le gustaría seguir compitiendo con Hamilton en Mercedes a partir de 2015