McLaren ultima los detalles definitivos para el MCL33. El coche verá la luz el próximo 23 de febrero y son muchas las incógnitas que rodean al nuevo monoplaza británico. Más allá de los nuevos colores y decoración que envuelva al chasis fabricado en Woking, hay incertidumbre por comprobar cómo se adaptará el motor Renault a las entrañas del vehículo, y si éste ofrecerá el rendimiento necesario para volver a estar entre los principales equipos de la parrilla.

De ese modo, Tim Goss, director técnico de la escudería, apunta que en los últimos meses han priorizado el manejo del monoplaza al rendimiento; es decir, McLaren quiere un coche que se adapte a la perfección al estilo de conducción de Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne, aunque esto no significa que el rendimiento haya quedado en un segundo lugar.

"Gran parte de la producción de un gran coche de F1 en estos días es darle al piloto un monoplaza que pueda explotar al máximo, asegura Goss a Motorsport.com. “No tiene sentido darles un coche con un rendimiento muy escaso. Lo que estamos tratando de hacer es darle al piloto algo que funcione muy bien en un amplio entorno operativo. Inicialmente, no nos preocupa el nivel de rendimiento que vamos a poner en el coche", añade.

Una vez obtuvieron los resultados esperados, McLaren se centró en conseguir el mayor rendimiento y eficiencia aerodinámica. Una base que, unida a un buen motor, podría devolver al equipo británico a las primeras filas de la parrilla.

"Lo que queríamos hacer era comprender la física del flujo y tratar de obtener una aerodinámica buena y de buen comportamiento en todo el rango de la dirección, equilibrio y la altura. Cuando lo hicimos, nos alegramos de que tener una aerodinámica con un buen comportamiento y comenzamos a trabajar sobre el rendimiento, concluye.