Haas no tuvo el fin de semana que esperaban tener en el Gran Premio de casa. Ambos pilotos se quedaron fuera de la zona de puntos y sufrieron diferentes problemas a lo largo de los tres días. Romain Grosjean llegó incluso a pedir por radio que se retiraran de la carrera debido al nefasto estado de sus neumáticos, pero la estructura le hizo seguir hasta cruzar la línea de meta.

El equipo estadounidense no espera que el Gran Premio de México sea mucho mejor. Las escuderías se enfrentan a una gran altitud en el Autódromo Hermanos Rodríguez que supone un gran desafío para pilotos, mecánicos e ingenieros debido a la configuración tan particular del trazado. Gunther Steiner asegura que la altitud será clave en el rendimiento durante el fin de semana.

“Es muy diferente al resto. Necesitas el mayor nivel de carga aerodinámica, todo lo que puedas poner. También se necesita refrigeración, nunca tienes suficiente a esa altitud. Es diferente, pero sabemos que nos tenemos que adaptar a ello. No ha sido un circuito favorable para nosotros. No tenemos miedo, pero será un desafío”, explicó el jefe de equipo de Haas.

El escaso agarre es otra de las dificultades que se encontrarán los equipos en México, lo cual afectará a la gestión de los neumáticos. “Es un objetivo variable. Nunca sabes. Hay muchos factores que afectan a cómo funcionan las gomas. Intentas que lleguen a la temperatura adecuada cuando cruzas la línea de meta. Cada trazado es diferente y cada día es distinto por la temperatura. Es una tarea difícil y es complicado hacerlo matemáticamente. Depende mucho de las sensaciones del piloto”, apuntó Steiner.