Los afortunados que hayan decidido visitar el Museo Porsche estos días, habrán podido apreciar en vivo el primer automóvil creado por esta prestigiosa marca. Sin embargo, lo que quizá no sepan es que hasta hace unos días el Porsche P1 original descansaba en una vieja choza de Austria, donde ha permanecido abandonado desde 1902.
La historia de este automóvil es verdaderamente curiosa. Creado por el propio Ferdinand Porsche y denominado "vehículo eléctrico 1898 Egger-Lohner, C.2 Phaeton" inicialmente, este modelo fue uno de los primeros vehículos a motor matriculados en Austria y apareció por las calles de Viena el 26 de junio de 1898. Ferdinand grabó el código 'P1'–Porsche número 1– en todos los componentes principales, dándole así el que a la postre sería su nombre extraoficial.
Orgulloso de su creación, Ferdinand Porsche decidió llevar al P1 hasta la exposición internacional de vehículos a motor celebrada en septiembre de 1899 en Berlín y fue precisamente en este evento en el que se organizó una carrera para probar el rendimiento de vehículos eléctricos sobre una distancia de 40 kilómetros. Con tres pasajeros a bordo, Ferdinand Porsche condujo su P1 hasta la línea de meta y sacó una ventaja de 18 minutos al siguiente competidor. Además, más de la mitad de los participantes no llegaron al final por problemas técnicos.
Sin embargo, con el transcurso de los años y la eclosión de los vehículos a gasolina, el Porsche P1 fue quedando de lado y no ha sido hasta hace unos meses cuando ha sido encontrado en Austria, dentro de una vieja choza. El hallazgo ha motivado al Museo Porsche a reestructurar su área dedicada a la historia del producto y la competición, cinco años después de su apertura, en enero de 2009.
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