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Pocos SUV de tamaño medio del mercado (muy pocos) ofrecen el espacio, la modularidad y la funcionalidad para viajar con familia y sobre todo con niños, que mostraban los monovolumen. La última generación de vehículos cuyo origen fue el trabajo, pero que también ofrecen interesantes y cuidadas versiones “civiles”, son los encargados de cubrir ese hueco de vehículos amplios y prácticos por dentro y el Fiat e-Dobló es un perfecto ejemplo de esta tendencia a la que se añade sus nulas emisiones.
Espacio para todo y para todos
El Fiat e-Dobló esta realizado sobre la quinta generación de este comercial de la marca italiana y comparte la plataforma EMP2 del grupo Stellantis con los Citroën Berlingo, Peugeot Rifter, Opel Combo y también con el Toyota Proace City, todos ellos fabricados en la factoría de Vigo, la más importante por volumen de producción del grupo. Como sus parientes, el Fiat e-Doblo mide 4,4 metros de largo y sus puertas traseras correderas permiten un acceso cómodo y fácil a los tres asientos posteriores individuales, cada uno de ellos con su correspondiente anclaje Isofix. La altura interior es sobresaliente, lo que repercute en la sensación de amplitud y la facilidad para moverse por el habitáculo. Del Dobló existe una variante de carrocería larga y la posibilidad de siete plazas pero en la versión eléctrica de pasajeros solo está disponible la corta para cinco ocupantes.
El maletero tiene 595 litros de capacidad, a los que hay que añadir la gran cantidad de huecos repartidos por todo el habitáculo, con doble guantera frente al acompañante, una gran bandeja sobre el parabrisas, unos enormes espacios en las puertas y otra guantera por encima de la instrumentación. Si se monta la opción del Magic Top, un techo panorámico con un compartimento longitudinal, que añade otro espacio cerrado en la parte trasera del techo, el volumen de los huecos adicionales suma un total de 163 litros en 26 compartimentos, todo un récord de funcionalidad. Otro elemento que hace más práctico su uso es el Magic Window, la luneta trasera practicable que permite acceder al maletero sin tener que abrir todo el portón.
Un italiano con acento gallego
La presentación interior nada tiene que ver con la idea que teníamos hace años de lo que era una “furgoneta”. Instrumentación digital con pantalla de diez pulgadas, sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto. Los plásticos son de tacto duro pero vistosos, con un aspecto robusto que da la sensación de estar hecho para durar. Las tapicerías combinan varios tipos de telas para ofrecer un aire más sofisticado y todos los asientos se pueden plegar y abatir, incluso el del pasajero, lo que añade la posibilidad de transportar objetos de hasta 3,4 metros de largo.
La base mecánica del e-Dobló es la misma que se emplea en todos los eléctricos del grupo Stellantis que utilizan esta plataforma. El motor es de 136 CV con una batería de iones de litio de 50 kWh. El resultado es una autonomía anunciada de 285 kilómetros con un consumo medio homologado de 19,6 kWh/100 km. La velocidad máxima que alcanza esde 130 km/h y puede recargarse en corriente contínua a un máximo de 100 kW de potencia y en corriente alterna admite hasta 7,4 kW pero si se monta el convertidor trifásico opcional puede llegar hasta los 11 kW.
Así va el Fiat e-Dobló
Es un vehículo funcional por encima de todo pera mucho más cómodo y agradable de lo que su origen y su imagen pueden hacer pensar. Lo primero que llama la atención es la postura de conducción, muy vertical y con las piernas muy flexionadas, casi como si estuviéramos en una silla, pero con una excelente visibilidad. Uno de los pequeños inconvenientes de los vehículos derivados de un comercial es que su enorme habitáculo no suele tener la misma insonorización que un turismo y el confort disminuye ligeramente. Al contar con la propulsión eléctrica esa “pega” desaparece y el e-Dobló permite mantener una conversación entre todos los pasajeros sin ningún problema.
Los más de 11 segundos que necesita para pasar de o a 100km/h no son estimulantes para una conducción deportiva pero no es lo que se busca. A cambio su inmediata respuesta hasta los 50 km/h permite que nos movamos con una excelente agilidad en zonas urbanas y carreteras plagadas de rotondas, donde muchas veces esas reacciones instantáneas al acelerador son una inestimable ayuda. Cada uno de los modos de conducción, Eco, Normal y Power, ofrece un máximo de potencia, 83, 110 y 136 CV respectivamente, pero circulando en el modo Normal no hemos notado ninguna limitación.
No podemos buscar sensaciones estimulantes o deportivas con el e-Dobló, pero desde luego ofrece una comodidad y un agrado de conducción más que buenos. Es silencioso, suficientemente ágil y no cansa al volante. Durante nuestro recorrido por carreteras gallegas con mucha rotonda y algo de autopista de peaje, con muy mala climatología, el consume medio fue de 20, 2 kWh/100 km, ligeramente por encima del oficial, aunque no tuvimos ningún miramiento durante la conducción y siempre circulamos en el modo Normal.
Gama y precios del Fiat e-Dobló
El Fiat e-Dobló en su versión de pasajeros está a la venta en un único acabado que tiene un precio de 34.500 euros, con los descuentos promocionales de la marca pero sin ningún tipo de ayudas del Plan Moves III. Fiat ofrece una propuesta de adquisición por 249 euros al mes, durante 36 meses, incluyendo los descuentos del Plan Moves III. El equipamiento se puede completar a base de diferentes packs, Style, Comfort, Tech y Top que incluyen diferentes opcionales de estilo y confort, ya que todas las ayudas a la conducción van incluidas en el equipamiento de serie.
Más de 30 años dedicado al periodismo del motor y el estilo de vida que siempre ha acompañado al automóvil, primero como director de tres publicaciones y ahora como colaborador. Por mucho que se empeñen en hacernos creer que los coches son simples instrumentos de movilidad, para mí son verdaderas obras de arte que provocan emociones y el primer artefacto moderno que proporcionó a la mayoría de la humanidad una forma real de libertad y de conocimiento de otros mundos, mucho antes de que existiera Internet.
