El pasado mes de junio Toyota desveló las tres variantes que tiene pensadas para el mercado japonés de su utilitario deportivo, es decir, el GR Yaris, con la más inferior ofreciendo unos modestos 120 caballos de potencia. Sin embargo, en el lado opuesto de la gama el cliente puede encontrarse con una bestia de 272 CV que destaca tanto por su rendimiento como por su estética, especialmente si se le añaden las piezas que acaba de presentar la marca japonesa en cooperación con Gazoo Racing.
Todavía más agresivo
Si comenzamos por la parte estética, tenemos que el Toyota GR Yaris se beneficia de una serie de componentes pensados para mejorar la aerodinámica y otorgar al mismo tiempo una apariencia mucho más agresiva. En el frontal destaca un splitter que reduce la distancia al suelo en aproximadamente 12 milímetros, mientras que en el lateral aparecen unos faldones de color negro brillante y en la zaga destaca un difusor de nueva factura que integra a la perfección las cuatro salidas de escape.
También hay una variedad de mejoras visuales adicionales como, por ejemplo, el marco del portamatrículas en fibra de carbono, los protectores de los tiradores de las puertas en este mismo material, tapones de válvulas personalizados y unas franjas que fluyen a lo largo del lateral de la carrocería. Todo ello se complementa con una serie de detalles interiores exclusivos, que incluyen alfombrillas específicas tanto para el habitáculo como para el maletero y unos paneles decorativos que imitan la fibra de carbono en el salpicadero y los paneles de las puertas.
El único componente disponible que mejora el comportamiento del utilitario deportivo es una barra de refuerzo entre las torretas de suspensión delanteras que también aporta un plus visual al compartimiento del motor con sus bordes rojos. Por último, pero no menos importante, hay un dispositivo de adquisición de datos que se conecta a una toma USB del coche y proporciona información relativa a la telemetría, legible con una aplicación informática especial.
Primeras unidades a producción
En el apartado mecánico no hay ningún cambio, aunque esto no es importante ya que el pequeño automóvil japonés arroja sobre el asfalto 261 caballos de potencia (mercado europeo) gracias a su propulsor turboalimentado de tres cilindros y 1.5 litros. Toda esa energía se envía a las cuatro ruedas previo paso por una caja de cambios manual. Las primeras unidades ya han entrado en producción y llegarán a España a últimos de este año o principios del siguiente.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
