El Cougar es el Mercury más exitoso que jamás haya fabricado la división de Ford durante todos sus años de existencia, con cerca de 3 millones de unidades producidas a lo largo de sus ocho generaciones. De todas ellas, quizás la primera sea la predilecta por los verdaderos amantes de los muscle car y es que debajo de esa carrocería con líneas clásicas se esconde el chasis del Ford Mustang. Esa sinergia entre ambos ha regresado hasta nuestros días con el restomod que acaban de presentar los Ringbrothers.
Diseño clásico, tecnología moderna
Estos especialistas afincados en Wisconsin, Estados Unidos, nos tienen acostumbrados a deleitarnos con algunos proyectos de lo más espectaculares centrados en automóviles clásicos norteamericanos que rejuvenecen unos cuantos años gracias a la tecnología moderna con la que han sido dotados. El ejemplo más reciente lo tenemos con este Mercury Cougar de 1968, el cual esconde bajo su capó todo un propulsor V8 ‘Coyote’ de la generación actual del Ford Mustang, así como otro tipo de componentes de alto rendimiento.
Estéticamente, es un coche que entra muy bien por los ojos y eso se debe a que luce una pintura verde oscura bastante llamativa, unos paragolpes cromados de nueva factura y una parrilla frontal rediseñada. Las llantas forjadas también forman parte de las modificaciones introducidas, un juego de tres piezas HRE Serie C1 con acabado de cobre, sin olvidarnos de las nuevas insignias, incluido un emblema “5.0” en las aletas delanteras. En el interior se respeta tanto la instrumentación como el salpicadero original, pero se añade una tapicería de cuero marrón, pedales de aluminio y algunos detalles cromados.
Con la potencia suficiente
Con respecto al citado propulsor de ocho cilindros, estamos ante un bloque atmosférico de 5.0 litros que desarrolla 460 caballos de potencia y un par máximo de 529 Nm, asociado a una caja de cambios automática de 10 velocidades por convertidor de par. Toda esa energía se envía al tren trasero. Además, el coche cuenta con una línea de escape de alto rendimiento firmada por Flowmaster, una suspensión optimizada DSE y un equipo de frenos formado por discos perforados de gran tamaño en las cuatro ruedas y unas pinzas de color rojo.
En palabras de Jim Ring, copropietario de Ringbrothers: "Ponemos nuestro corazón en cada automóvil que construimos, y este Cougar no es una excepción. El producto final es suave y elegante, sin embargo, cualquier entusiasta sabe instantáneamente que no está en stock. Imagino que esto es lo que los diseñadores de Mercury habrían ideado si estuvieran construyendo el Cougar hoy".
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
