Las diferentes compañías dedicadas a la preparación de automóviles emplean todos sus trucos para dar a conocer su identidad y solo unas pocas consiguen diferenciarse de la competencia al ofrecer un toque personal que cueste replicar. El ejemplo más reciente lo tenemos con la firma belga Niels van Roij Design, que ha utilizado la nueva generación del Land Rover Defender para sorprender a sus clientes con la presencia de unos componentes que no serán del gusto de todos, o quizás sí.
No pasará desapercibido
La nueva entrega del popular 4x4 británico no es de las que se vayan a oxidar, principalmente porque la carrocería está hecha de aluminio, pero si por alguna razón alguien desea darle un toque diferente, digamos oxidado, debería contactar con la citada compañía de Bélgica. Decimos esto porque en su proyecto más reciente ha preparado unas salidas de aire y unas chapas estriadas de metal corroído que posteriormente ha instalado en las aletas delanteras y en el capó del Defender, respectivamente.
Los cambios estéticos se completan con unas llantas forjadas Black Crow de 22 pulgadas, que se combinan con este par de elementos oxidados, los cuales también están disponible para el Defender clásico y en distintos acabados. La compañía dice que pueden aplicar una fina capa de aluminio, titanio, latón, bronce, zinc u oro a todo tipo de metal, por dentro y por fuera, y que mantendrá sus cualidades durante 20 años. En el interior, lo más destacado es la presencia de una tapicería de cuero marrón y elementos decorativos de fibra de carbono.
“Estas piezas se oxidaron mediante un proceso acelerado, después de que se pintó el metal. Los clientes también pueden optar por, por ejemplo, cepillar o pulir el metal. Puede protegerse contra la oxidación, alternativamente dejamos que comience el curso natural de la corrosión. Entonces podemos detener la corrosión en cualquier momento deseado: sellar el metal detendrá el desgaste”, señala Niels van Roij, diseñador de automóviles y cofundador de Niels van Roij Design.
Sin cambios bajo el capó
El ejemplar utilizado en este proyecto se corresponde con la versión P400 del Defender, de forma que cuenta con un propulsor turboalimentado de seis cilindros en línea y 3.0 litros de cilindrada. Este bloque desarrolla 400 CV y un par máximo de 550 Nm, asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades que se ayuda de un sistema de tracción total para bajar toda la potencia al suelo. La compañía belga no ha realizado ninguna modificación en este apartado.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
