Rusia está de moda en la Fórmula 1. La tierra de los zares se ha puesto el mono y el casco, y ya no se lo quiere quitar. Hace unas semanas disfrutaron de su primer Gran Premio, en Sochi, y uno de los grandes culpables es Daniil Kvyat. La llegada del ruso a Toro Rosso despertó a un país que no contaba mucho para el Gran Circo y viceversa. Y si ahora encima se va a Red Bull

La carrera de Kvyat está siendo meteórica. Hasta el punto de que, el próximo año, ya podría luchar incluso por las victorias. En Rusia vivió un fin de semana especial y por ello decidió quedarse allí unos días más para participar en varios actos. Uno de ellos fue el de acudir a un karting en Kazan, a unos 800 kilómetros de Moscú.

La ciudad de Kazan es todo automovilismo, debido a la existencia del equipo de camiones Kamaz Master, que participa en el Dakar. Además, tienen una escuela de karting donde Daniil causó furor entre los suyos. Un ídolo. Un héroe. Así son los pilotos, seres que, con un casco y un monoplaza, son capaces de hacer feliz a la gente; con una mirada, una sonrisa, una foto, un autógrafo….

Así lo hizo el piloto de Toro Rosso con los presentes. También se subió a un kart para dar unas vueltas en el circuito Kazan Ring. Además, descubrió el equipo Kamaz Master, que fue invitado por su escudería al GP de Rusia. Daniil estuvo observando el camión con detenimiento, se subió en él, e incluso lo condujo unos metros. El zar Kvyat.