Carlos Sainz ha asegurado que la rivalidad con Max Verstappen ha jugado un papel importante en los progresos de Toro Rosso en la parrilla el año pasado.

La escudería de Faenza finalizó en la séptima posición de la general tan solo 11 puntos por detrás del equipo Lotus tras un año complicado para ellos por la falta de fiabilidad y potencia del motor Renault.

En la batalla personal, Verstappen concluyó duodécimo con 49 puntos por los 31 de Sainz, que tuvo tres abandonos más que el piloto holandés.

"Yo sabía que Max estaba listo para la Fórmula 1", ha dicho a Autosport. "Dije que ambos estamos en el mismo barco, luchando duro. Nunca había tenido un compañero con el que nuestros datos fuesen tan similares, calcamos las velocidades en todas las curvas, todo es muy similar. Aprendemos el uno del otro, nos presionamos y esto está haciendo avanzar al equipo e incluso le hace estar más delante de lo que debería", ha proseguido.

El madrileño cree que solo necesita ajustar pequeños detalles para tener un 2016 mucho más consistente en lo personal y espera que, además, el cambio a motores Ferrari de 2015 para el nuevo año soluciones algunos problemas del pasado curso.

"El invierno es muy importante, es donde analizas todo lo que has hecho", ha comentado. "Pones los datos en tus ordenadores y vuelves más fuerte. En el pasado siempre he dado grandes pasos de un año a otro así que intentaré dar otro gran salto y aprender tanto como pueda. No siempre tienes tiempo para reflexionar sobre lo que has hecho, así que el invierno es importante", ha continuado.

"La experiencia que tengo y el análisis que he hecho harán del 2016 un mejor año sin cambiar mucho. Con algunos problemas menos de fiabilidad y un poco más de potencia, quizás, podamos estar en el top 8 o top 6 en vez de en el top 10", ha concluido.