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Han pasado más de tres décadas y cinco generaciones desde que Renault decidiera reemplazar el R5 por un utilitario completamente diferente, el discreto, funcional y económico Clio. Ahora, la marca presume orgullosa de haber convertido a este modelo en "el coche francés más vendido del mundo" al tiempo que –paradojas del destino– recupera el mítico Renault 5 dentro de su nueva estrategia de electrificación.
Pero mientras descontamos días del calendario para conocer al novísimo eléctrico retro de la marca –se presenta el 15 de febrero–, nada como ponerse a los mandos de la versión tope de gama del Clio para comprobar lo que la marca del rombo ha sido capaz de hacer con este modelo en este periodo. Firmada por Alpine, la nueva división deportiva de la casa, dotada de una mecánica híbrida con 145 caballos de potencia y equipada al máximo tanto a nivel tecnológico, como en materia de seguridad, está claro que la prueba a fondo del nuevo Renault Clio era obligatoria. Sigue leyendo y cuéntanos si tú creíste alguna vez que el utilitario galo llegaría tan lejos.
Espirit Alpine; un traje a medida para el Clio
Perfectamente integrado en el segmento B, el Renault Clio pertenece al club privado de coches que con estas cotas, podemos considerar auténticos 'subcompactos', es decir, modelos que están capacitados para ofrecer un uso casi calcado al de los compactos de toda la vida, pero con unas cotas algo más reducidas. Con un confort de marcha notable, prestaciones elevadas y un equipamiento avanzado, nuestro renovado Clio cumple todos los requisitos pero además, ha añadido con este último restyling un toque de estilo diferencial. Nada más tener delante a nuestra unidad de pruebas, confirmamos que el color Iron Blue con el que fue presentado, encaja a la perfección con el espíritu Alpine que, realmente, transmite este modelo gracias al acabado que le da nombre.
Su figura transmite modernidad y deportividad a partes iguales, gracias a detalles como las luces full led que se prolongan desde los grupos ópticos principales hacia el faldón delantero, con un estilo que denota la mano de Gilles Vidal. El ex de Peugeot ha dotado además al utilitario de elementos valiosos como las llantas de 17 pulgadas realizadas en negro y rematadas con una tapa central en color de la carrocería, neumáticos 205/45 R17 –deportivos, pero proporcionados–, un faldón delantero prominente, un difusor posterior enmarcado por una pieza en color gris pizarra mate o unos pilotos transparentes que parecen haber estado siempre ahí; detalles todos ellos llamativos pero bien medidos, sin caer en extravagancias.
Cuando accedes al interior, saltan igualmente a la vista elementos personalizados en este acabado como las alfombrillas con la "A" bordada, la leyenda "Alpine" de los umbrales de las puertas, las banderas de Francia impresas en el salpicadero y en unos asientos deportivos que por cierto, están forrados en cuero y tela y también presumen del logo de la división deportiva de la marca en los reposacabezas... Además, reparamos en el volante de cuero con pespuntes en los colores de la misma así como un pedalier de aluminio.
La nueva tapicería, las inserciones cromadas y los materiales a la vista, son agradables también al tacto, pero si por algo destaca este habitáculo respecto al del modelo anterior, es por su mayor digitalización. Bien acoplados en un puesto de conducción tan moderno como ergonómico, descubrimos un gran cuadro de mandos digital de 9,3 pulgadas (en lugar del de 7" de serie) que podemos configurar en diferentes vistas y que es muy práctico por ejemplo, para seguir las instrucciones del navegador sin desviar la mirada de la carretera, o saber cómo está funcionando el sistema híbrido del coche al tiempo que mantenemos toda la información básica del velocímetro, el potenciómetro o el ordenador de viaje. A la derecha, queda una pantalla central vertical igualmente práctica que es de 10 pulgadas (la de serie es de 7") y presenta buena resolución, un manejo fluido y menús muy intuitivos. Además, la conexión inalámbrica para smartphones tanto vía Apple Car Play, como con Android Auto, son el remate perfecto. ¡Ah, por cierto! Para nosotros, la palanca tradicional del cambio no es un detalle que reste, sino que suma facilidad y precisión de uso respecto a la mayoría de selectores de cambio modernos.
Detrás, en cambio, la fantasía desaparece y de hecho, se echan en falta algunos elementos de confort como las tomas de ventilación, las entradas auxiliares de tipo USB o una mejor iluminación. Pero a cambio, dos adultos de 1,80 metros de estatura se pueden acomodar perfectamente y la tercera plaza también es bastante generosa para un coche de su segmento. Además, el Clio E-Tech ofrece 300 litros de maletero, que es una buena capacidad en líneas generales, muy buena si pensamos en que lo que tenemos delante es un híbrido de verdad, capaz de moverse solo con la energía de su batería y que sobre todo, incluye –previo pago de 200 euros– ¡una rueda de repuesto tipo galleta y las herramientas para cambiarla!
¿Qué motores tiene el Renault Clio E-Tech Full Hybrid?
El conjunto híbrido del Renault Clio E-Tech Full Hybrid asocia un motor gasolina atmosférico de cuatro cilindros y 1.6 litros con 94 caballos de potencia a dos eléctricos, un auxiliar de 29 CV –motor de arranque y generador– y uno principal de 49 CV que es capaz de 'tirar' del coche exclusivamente en ciclo urbano hasta "el 80% del tiempo", según el fabricante. En base a nuestra experiencia, habría que bajar ese porcentaje al menos hasta el 50%, pero aún así, lo más importante de este conjunto es que parte eléctrica le permite iniciar la marcha con total suavidad y bajísima rumorosidad, y sobre todo, mantiener el consumo del gasolina a raya en toda circunstancia.
Las sensaciones al volante son positivas desde el principio, algo que no siempre sucede en este tipo de coches, pero que con éste ya nos había sucedido antes. Concretamente, en la comparativa frente a su hermano híbrido enchufable, el Captur E-Tech, que realizamos con la versión previa al restyling. Renault ha introducido pocos cambios pero notables, en esta mecánica híbrida que ahora presenta una respuesta más refinada, sobre todo a nivel de transmisión, lo que le ha permitido transmitir 5 caballos de potencia más a las ruedas delanteras, pero sobre todo, eliminar algunos ruidos mecánicos y mejorar la fluidez del salto entre marchas.
Es sorprendente cómo recupera energía eléctrica este Clio en las frenadas y retenciones y cómo la sirve enseguida a una batería de sólo 1,2 kWh de capacidad que sin embargo, es capaz de alimentar al motor eléctrico de forma constante, de modo que éste siempre está disponible para apoyar al gasolina en los momentos en los que el consumo de éste se dispararía. Buena parte de esta capacidad de recuperación de energía se debe al tipo de transmisión tan particular con que cuenta este conjunto híbrido, sin embrague ni sincronizadores, y que le brinda una notable retención ya en la posición 'D' del cambio, que se puede incrementar en la 'B' de modo que apenas usemos los frenos para afrontar una zona de semáforos en ciudad o bajar un puerto de montaña.
El consumo obtenido por este Renault Clio E-Tech Full Hybrid 145 en nuestro tramo habitual de pruebas fue de 4,9 litros a los 100 kilómetros, una cifra calcada a la que obtuvo la unidad previa al restyling, y que desde luego, le permite recorrer unos 900 kilómetros reales con un sólo depósito. Es decir, estás ante un coche que no solo tiene una etiqueta ECO en su parabrisas sino que es eficiente de verdad hasta el punto de que sus datos de consumo y autonomía, son mejores a los del Renault Clio diésel que aún está disponible en la gama actual, el 1.5 dci de 100 caballos. En ciclo WLTP, éste emplea 4 litros a los 100 kilómetros en ciclo mixto y a velocidad media por los 3,9 del híbrido y ambos cuentan con un depósito de 39 litros. Por otro lado, el diésel con cambio manual de seis marchas de serie, es bastante más lento en el 0-100 km/h –11,4 segundos por los 9,3 del E-Tech– si bien presenta una velocidad punta ligeramente superior –188 por 180 km/h–.
E-Tech, el antídoto al diésel del Renault
Satisfechos con el rendimiento de la mecánica y especialmente con la eficiencia real que supone, valoramos también otras mejoras introducidas en esta remodelación como sobre todo, la dirección asistida eléctrica. Ya tenía un tacto general bastante bueno, pero ahora transmite mayor información al conductor de lo que está pasando debajo de las ruedas y así podemos apurar todavía un punto más límites de un chasis 'a prueba de bombas', que se muestra muy superior al motor y que por tanto, trasmite gran aplomo y seguridad.
Por cierto, a este último efecto contribuyen las numerosas ayudas a la conducción, con un total de 20 ADAS, entre los que se dejan sentir el Active Driver Assist –un verdadero piloto automático para los viajes–, la cámara de visión 360º o la frenada automática de emergencia en ciudad, con detección de ciclistas y peatones.
Renault Clio - fotos
Ficha técnica del Renault Clio E-Tech Full Hybrid 145 Esprit Alpine
- Longitud: 4,05 metros
- Anchura: 1,79 metros
- Altura: 1,43 metros
- Batalla: 2,58 metros
- Peso: 1.313 kg
- Maletero: 300 / 1.069 litros
- Motorizaciones: 1.6 gasolina cuatro cilindros turbo 94 CV, motor eléctrico 49 CV y HSG de 20 CV
- Transmisión: Del/Aut. 6 vel. (4 vel. gasolina, 2 vel. eléctrico)
- Batería: Ion Litio de 1,2 kWh.
- Consumo WLTP: 3,9 l/100km
- Precio: Desde 25.774 euros
Valoraciones y opinión del Renault Clio E-Tech Full Hybrid Espirit Alpine
Disponible desde 25.774 euros, si se te va la mano con los extras, puedes configuarlo fácilmente por un importe superior a los 27.000. Sin duda, hablamos de un importe que aleja a este Clio del espíritu juvenil, desenfadado y práctico que tuvo inicialmente este modelo pero es que ya sabes, ahora el espíritu que tiene es el de Alpine y eso, tiene un precio.
A favor: Estética. Eficiencia y prestaciones del sistema híbrido. Nivel de acabado y equipamiento. Comportamiento dinámico. Confort de marcha
En contra: Plazas traseras algo angostas. Retención elevada en modo 'D'. Precio elevado con extras incluidos.
