Si algún día llegamos a descubrir vida extraterrestre inteligente, probablemente, uno de los primeros en hacerlo sea el Tesla Roadster que envió Elon Musk al espacio en el pasado año, tal y como te contamos aquí. Sin embargo, el modelo californiano no será el único en abandonar nuestro planeta y descubrir nuevos horizontes, puesto que una de las marcas japonesas más reconocidas ha puesto el punto de mira en la Luna.
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De la Tierra a la Luna
La idea no es vender coches en nuestro satélite, ni mucho menos, como tampoco lanzar al espacio vehículos con un astronauta ficticio dentro, sino más bien colaborar con entidades astronómicas importantes y aportar su granito de arena en la exploración de la superficie lunar. Para ello, Toyota se ha aliado con la Agencia Aeroespacial de Japón (JAXA), uniendo sus caminos y realizando una serie de proyectos que desemboquen en una misión a la Luna para el 2029.
En concreto, el fabricante japonés y buena parte del equipo de esta Agencia de Exploración desarrollarán de manera conjunta un vehículo espacial con el que poder explorar la superficie lunar en el futuro. Nos referimos al Lunar Cruiser, es decir, un rover eléctrico, presurizado, con un espacio ideal para dos astronautas (capacidad de hasta cuatro personas en caso de emergencia) y con una tecnología que ya está implementada en algunos productos comerciales de hoy en día, es decir, la pila de combustible.
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La firma japonesa ha escogido esta denominación basándose en su popular todoterreno, el Land Cruiser, un producto que destaca por su calidad, durabilidad y fiabilidad. Estos aspectos son esenciales en un vehículo de exploración espacial destinado a circular en las condiciones más exigentes de la superficie de la luna. Además, el nombre Lunar Cruiser se escogió por la familiaridad que ofrece tanto a los ingenieros involucrados en su desarrollo y producción como al público en general.
Por el momento solo disponemos de un vídeo en el que podemos apreciar el prototipo diseñado para esta misión, un vehículo que presenta unas dimensiones de 6 metros de largo por 5,2 de ancho y una altura de 3,8 m, transmitiendo su energía al suelo a través de seis ruedas motrices. En el diseño encontramos una parrilla con el nombre de la marca japonesa y unas ópticas circulares de pequeño tamaño, con cuatro puntos de iluminación. La parte trasera está reservada para el almacenaje de productos, además de ofrecer un espacio habitable en el que poder sobrevivir hasta un mes.
Autonomía extensa
Para poder propulsar este vehículo se optará por una solución conocida, como decimos, siendo esta la pila de combustible. De esta forma, los motores eléctricos obtendrán toda su energía del hidrógeno almacenado en los depósitos correspondientes, beneficiándose de unos paneles solares laterales a la hora de recargar electricidad. Los planes de Toyota pasan por ofrecer un sistema de propulsión que sea capaz de ofrecer una autonomía de 10.000 kilómetros, los cuales serían suficientes para las tareas de exploración.
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En palabras del presidente de JAXA, Hiroshi Yamakawa: “Los vehículos lunares tripulados jugarán un papel importante en la exploración espacial. Es por ello que queremos concentrar los esfuerzos junto a una marca con la experiencia y tecnología de Toyota en cuanto a movilidad. De esta manera pretendemos acelerar nuestros estudios en la creación de un vehículo lunar”.
