La temporada de Kimi Raikkonen pone de manifiesto tantas dudas como un matrimonio de conveniencia. Sabemos de la clase suprema de Fernando Alonso. Pero somos conocedores de que el finés no es manco… ¿Qué le pasa a Kimi? En Austin volvió a tener un día para olvidar en la oficina. Finalizó decimotercero en una carrera donde sólo acabaron 15 monoplazas.

Daniil Kvyat y su Toro Rosso; y el lánguido Sauber de Esteban Gutierrez fueron sus únicas víctimas. Alonso, sexto. Llevando el bólido rojo hasta el infinito y más allá de sus posibilidades. Y es que quizás la realidad de Ferrari sea ese decimotercero… pero Fernando se encarga de que la lluvia sea más fina en Maranello.

El caso es que el último campeón con la Scuderia alegó problemas en su monoplaza durante la prueba en el trazado norteamericano. Felipe Massa comentó que en la situación de Raikkonen es, precisamente Alonso, el que se cuela en sus neuronas en una especie de cortocircuito. Que le afecta psicológicamente vaya.

"Tal vez me estoy volviendo loco", respondía sarcásticamente al brasileli ,devolviéndole el golpeen Austin. "Él puede decir lo que quiera, pero yo sé la verdadera historia". Y es que hay algo innegable en Raikkonen: sinceridad por cuatro costados. Y un peculiar sentido del humor. A veces parece que la cosa no va con él. Si no existiera, tendríamos que haberlo inventado.

Es sorprendente que en la antepenúltima cita del campeonato, Ferrari se encuentre regresión. Todavía puede ser peor. En comparación, el inicio de 2014 fue un bálsamo. La marcha de Alonso de la casa italiana parece un hecho. El destino todavía una incógnita.

Todo apunta a que un tetracampeón le sustituirá. Sebastian Vettel sería el encargado de resucitar a Ferrari… y Kimi parece que a su lado. Tiene contrato en 2015 y a pesar de la presión de medios como La Gazzetta dello Sport, que cuestionan si debe seguir de rojo, todo hace indicar su estancia un año más en Maranello. Más presión que nunca para el finlandés; positiva, dice Mattiacci, según el diario Marca.

"La presión es positiva. Es importante cuando se tiene poder acercarse siempre a ella positivamente. Sabemos que tenemos un problema y tenemos que seguir trabajando en ello", explicó Mattiacci.