McLaren Special Operations (MSO), el departamento responsable de las creaciones más exclusivas de la marca de Woking, nos tiene acostumbrados a mostrar de vez en cuando ejemplares realmente especiales, y no tanto por su rendimiento o piezas nuevas, sino por su pintura. La última demostración llega ahora con un modelo que hasta ahora no había pasado por MSO, el espectacular hypercar McLaren Speedtail.
De hecho este Speedtail es tan especial que tiene incluso nombre propio: Albert. Un nombre dado en honor a uno de los primeros prototipos previos a la producción del McLaren Speedtail. De hecho el nombre no es lo único en lo que se parecen.
Homenaje a uno de los primeros prototipos
Y es que este modelo encargado por el concesionario de McLaren Beverly Hills luce un acabado inspirado también en aquellos prototipos, concretamente el Speedtail MVY02 2018. Una pintura especial que combina el Magnesium Silver y Ueno Grey para formar un patrón que replica dicho camuflaje, pero en forma de pintura con un degradado que pasa del tono oscuro del morro a la claridad de su zaga. Así, para finalizar toda esta pintura exterior se necesitaron nada menos que 12 semanas de trabajo.
Más allá de todo esto Albert esconde algunos pequeños detalles en su interior que hacen referencia a su origen dentro de MSO o al MVY02-BP23, prototipo que recibió coloquialmente el nombre de Albert, después de que sus pruebas se realizaran en las instalaciones de Albert Drive en Woking.
Más allá de los 400 km/h con un traje único
Lo que no cambia como es habitual es su rendimiento, al mantener un motor híbrido con un V8 biturbo de 4.0 litros que ofrece un total de 1.050 CV de potencia, más que suficiente para cortar el aire con su aerodinámica carrocería y alcanzar los 403 km/h.
Este Mclaren Speedtail de MSO forma parte del total de 106 unidades que Woking ha creado de su hypercar más veloz. En este caso desconocemos su precio de venta, aunque no hay que olvidar que un Speedtail estándar ya cuesta al menos 1,9 millones de euros.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
