A la hora de hablar de preparaciones de automóviles existen varios de ellos que suelen repetirse una y otra vez independientemente del año o la versión, dentro de los cuales no puede faltar el Ford Mustang. Pero no solo en los proyectos de personalización, sino que también es recurrente en las carreras de aceleración por lo que enfrentarse a un 4x4 como, por ejemplo, un Defender, no debe suponer ninguna amenaza.

¿Muscle car o 4x4?

Sin embargo, no estamos hablando de un ejemplar de serie precisamente, sino más bien de una versión modificada que recibe el nombre de Bowler Bulldog. Su estética recuerda a la del icónico 4x4 británico pero debajo de la carrocería se esconde múltiples componentes mecánicos heredados del Range Rover Sport e incluso un propulsor sobrealimentado procedente de la versión SVR de este. Esto significa que debajo del capó se esconde un V8 de 5.0 litros que desarrolla 550 caballos.

Además, este coche no solo presume de potencia ya que sus mejoras también afectan al resto del conjunto y eso se traduce en una reducción de peso notable. Si el Mustang GT pensaba que esa podía ser una de sus grandes bazas estaba equivocado puesto que los 1.800 kilos del Bowler no difieren mucho de la masa total del muscle car norteamericano. No obstante, bajo el capó de este también se esconde un bloque V8 de idéntica cilindrada, aunque la potencia no supera los 450 caballos y el par máximo los 530 Nm. Además, toda la energía se envía al tren trasero, mientras que en su rival se utilizan las cuatro ruedas.

¿Quién ganará?

Llegados a este punto surgen ciertas dudas acerca de la igualdad entre ambos modelos, aunque con la experiencia, presencia, popularidad y testosterona del Mustang todo es posible. Quizás su aerodinámica contribuya a la hora de llegar el primero a la meta en la siguiente carrera de aceleración y también haga lo propio en la prueba de frenada de emergencia. Salgamos de dudas y comprobemos quién es el ganador con este vídeo.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta