Desde su llegada a la mítica escudería, el piloto español Fernando Alonsoha dispuesto en pocas ocasiones del mejor material de la parrilla. Comenzó con victoria en Bahréin, pero inmediatamente tanto Red Bull como McLaren tomaron la delantera.

El desarrollo del monoplaza en la segunda parte de la temporada 2010 fue extraordinario y ganó en Hockenheim, Monza, Corea y Singapur. También se subió al podio en Hungaroring, Suzuka e Interlagos. Sin embargo, Ferrari fue perdiendo fuelle en la parte final. El ímpetu de Sebastian Vettel y el error estratégico en Abu Dhabi, impidieron el primer mundial de Alonso vestido de rojo.

La temporada 2011 fue un año de reestructuración en cuanto a organización y funcionamiento de la marca italiana. Chris Dyer y Aldo Costa abandonaron Maranello. El primero por el error garrafal que costó el título del bicampeón, mientras que al segundo se le achacaba falta de agresividad en el diseño del monoplaza.

Pat Fry tomaría las riendas, intentando modificar una metodología de trabajo que parecía obsoleta. La llegada de nuevos miembros, sobre todo en el departamento aerodinámico y los problemas de calibración en el túnel del viento, fueron una losa demasiado grande para impedir la hegemonía de Red Bull, que volaba con los escapes sopladores.

Las esperanzas se centraron en 2012, con un coche que nace con muchos defectos y algunas virtudes. Falta de tracción y escasa velocidad punta sitúan al Ferrari en la parte media-baja de la parrilla. Pero, no todo son malas noticias y el F2012 consigue calentar los neumáticos desde la primera vuelta, además de tener un gran paso por curva rápida.

Tras un inicio muy pobre, el 'golpe de efecto' se produce en Barcelona y Canadá, donde se incorporaron multitud de novedades que les permitieron codearse con los favoritos. Sin embargo, los últimos paquetes de mejoras no han colmado las expectativas y los italianos están en serio peligro. Pese a ello, Alonso ya ha ganado tres grandes premios esta temporada.

McLaren zarpa a velocidad de crucero y Red Bull mantiene su constancia en el desarrollo. La situación puede volverse arriesgada si actores secundarios como Mark Webber y Jenson Button comienzan a colarse delante del Ferrari.

Llega Suzuka, con curvas de vértigo y dos potentes rectas que sientan de maravilla al Cavallino Rampante. Los de Maranello llevarán nuevas evoluciones, buscando sobre todo solucionar los problemas con el nuevo alerón trasero.

El rendimiento del bicampeón español ha maquillado las dificultades del equipo italiano estos años. Felipe Massa no gana una carrera desde 2008 y Kimi Raikkonen sólo conoció la victoria en Spa en un 2009 muy discreto. Pilotos como Giancarlo Fisichella o Luca Badoer tampoco pudieron acercarse a los puestos delanteros, siendo evidente que el problema radica en la competitividad del coche.

Las noticias de la reconstrucción del túnel del viento hablan de problemas importantes en un área fundamental como es la aerodinámica. Otros equipos se hundirían, pero Ferrari es mucho Ferrari. Los alternadores de Red Bull, la no renovación de Lewis Hamilton y la bendita lluvia, pueden no ser suficiente sino se aporta un 'buen material' a las manos mágicas de Alonso.

Es ahora o nunca: Ferrari, ¡espabila!