La Fórmula 1 vuelve a la acción tres semanas después del primer GP de Rusia de la Historia. Pero lo cierto es que lo hace envuelta en un revuelo de falta de presupuestos, tensiones administrativas y venias de Bernie Ecclestone. Caterham y Marussia han incumplido sus contratos al anunciar esta semana que no estarán en el GP de Estados Unidos de este fin de semana. Ambas escuderías se encuentran envueltas en procesos de reestructuración que no deparan nada bueno. Y es que de los cuatro equipos que en 2010 se inscribieron en la Fórmula 1, uno desapareció (HRT); otro nunca llegó a competir (USF1) y los otros dos han entrado en quiebra cuatro años después.

De este modo, la parrilla contará con tan sólo 18 monoplazas en pista en el circuito de Austin, una de esas creaciones modernas que engatusó a todos los pilotos desde el primer día, el 18 de noviembre de 2012. Dos años después, Austin acogerá su tercer Gran Premio en medio de una lucha fratricida por el título de Pilotos, una vez Mercedes sentenció el de Constructores en tierras eslavas.

Nico Rosberg y Lewis Hamilton llegan a Texas con 17 puntos de separación entre ambos, siendo el británico el líder del Campeonato. La tercera plaza parece, de momento, asegurada por Daniel Ricciardo (199 puntos) mientras que Valtteri Bottas, sin duda revelación de este 2014, y Sebastian Vettel -probablemente la decepción de este año junto a Kimi Raikkonen- se juegan el cuarto puesto con Fernando Alonso. Precisamente en Ferrari tienen complicado prolongar la lucha por el tercer puesto del Mundial de Constructores salvo resurgir en Estados Unidos. Los italianos marchan en estos momentos a 28 puntos de Williams, que parece siempre más en forma que ellos. No obstante, Pat Fry anunció este martes que llevarán piezas para el monoplaza de 2015 este fin de semana.

Y por detrás, McLaren aventaja en dos decenas de puntos a Force India en su duelo particular por la quinta posición del Campeonato a la espera de saber qué será de su futuro con Honda. En los 5.513 kilómetros que componen el circuito de Austin, la única representación de lo que puede ser un ‘buen tilkódromo’, los dieciocho pilotos que estarán presentes en parrilla este fin de semana tendrán que dar un total de 56 vueltas para completar más de 308 kilómetros en la tarde del domingo.

Las 20 curvas y los 10 puntos de frenada exigen un alto desgaste de los discos de freno, que se pondrán al rojo vivo en varios puntos del trazado como en la curva 11, la 12 y la mítica curva 1 en subida y a ciegas. No obstante, la velocidad media de Austin estará por debajo de la media de la temporada, en 198 km/h, al contrario que le gasto de combustible que será de los más elevados del año.

LA ESTRATEGIA

El trazado norteamericano se ha caracterizado en sus dos ediciones por exigir de Pirelli la elección de duro y medio pero en esta ocasión, la marca italiana optó por el blando y el medio, dada la mayor dureza de su gama 2014. Así, la estrategia a una parada vista en 2012 y 2013 parece más que candidata a repetirse en esta ocasión. Los 381 metros del pitlane de Austin harán perder en torno a 23 segundos a los pilotos. La opción de dos paradas, complicada de llevar a cabo, implicaría una primera detención en torno a la vuelta 17 y una segunda en torno a la 36. Aún así, los datos que se recopilen en la jornada del viernes serán claves para los nueve equipos presentes en tierras tejanas.

El Safety Car tiene un 50% de posibilidades de salir a pista a pesar de que las escapatorias siguen los estándares modernos (mucho asfalto) y los muros permanecen a una considerable distancia de los protagonistas. La climatología jugará en favor de los aficionados, que podrán volver a asistir a un fin de semana de Fórmula 1 en Estados Unidos por tercer año consecutivo desde que Indianápolis dejara la categoría en 2007. Los mexicanos se harán notar antes de que el GP de su país regrese por estas fechas en 2015.

LAS ESTADÍSTICAS

Las victorias están repartidas en Austin. Hamilton primero y Vettel el año pasado fueron los vencedores del GP de Estados Unidos en sus últimas dos ediciones. Así, tanto constructores como suministradores de motores se reparten los laureles de las dos citas con el circuito Texano diseñado por Tilke. Eso sí, Vettel se ha hecho con las dos pole position celebradas en el trazado sureño aunque parece complicado que repita este fin de semana.

Precisamente, es el alemán el único piloto que ha logrado acabar en el podio en las dos ocasiones en las que Austin ha acogido el GP de EE UU. Bien es cierto que son Ayrton Senna y Michael Schumacher los que más victorias han obtenido bajo dicha denominación, con el brasileño siendo líder en solitario en cuanto a mejor posición en la tarde del sábado se refiere.

EN 2013…

La octava victoria consecutiva de Sebastian Vettel, que ya había atado su cuarto entorchado en el GP de India, seguía dando alas a la leyenda a pesar de todo. En lo más alto de la primera curva, el alemán mantenía tras de sí al resto de la parrilla, con Mark Webber perdiendo posiciones y Hamilton recuperándolas a marchas forzadas. Romain Grosjean aguantaba el tipo cerca del RB9 del piloto germano mientras el coche de seguridad se estrenaba en Austin pero el francés poco podría hacer cuando Vettel sacó el ritmo real de su bólido.

La estrategia en Ferrari funcionó, dejando a Fernando Alonso por delante de un Checo’ Pérez vitoreado por su público. El asturiano luchaba con Hamilton tras la parada de este pero el británico demostró tener mucho más ritmo y mantuvo a ralla al de Ferrari, que vio cómo Nico Hulkenberg le atacaba de manera intensa, tras el ‘No’ recibido por los de Maranello semanas atrás.

Los donut de Sebastian Vettel volvieron a hacer chirriar los dientes de Charlie Whiting y los suyos pero las gradas norteamericanas disfrutaron de lo lindo ante un espectáculo de los que gusta ver en el sur del país ‘yankee’. Podio completado por Grosjean y Webber, mientras que Vettel saboreaba las mieles de un nuevo registro para la memoria.