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En aquella época dos entusiastas del mundo del automóvil, Hosrst Koch y su socio Karl-Heinz Knapp tenían un concesionario Fiat-Lancia y Ferrrari en la localidad alemana de Heilborn. Emprendedores y con mucha visión de negocio, los dos socios afrontaron una profunda renovación de su negocio y se convirtieron en “fabricantes” para hacer transformaciones de vehículos, con lo que su nueva marca se llamó KK, las iniciales de los apellidos de los dos socios. Su primer modelo fue un Fiat Panda descapotable del que llegaron a fabricar 250 unidades.
Dado el éxito de este primer modelo, en 1986 se aventuraron en convertir un Panda “normal”, ni siquiera un 4x4, en un pick-up de seis ruedas pero solo con tracción delantera ya que convertirlo en un 6x6 hubiera sido un tremendo esfuerzo técnico. El KK Panda seis ruedas se presentó en los salones del automóvil de Ginebra y de Francfort, con un rotundo éxito por parte del público y la prensa. Por aquel entonces era azul con el interior en rojo y su repercusión mediática fue tal que los dos socios decidieron fabricar una pequeña serie de este curioso 2x6. Pero la inesperada muerte de Knapp hizo que su socio suspendiera esta idea y ese mismo año el Panda de seis ruedas se vendió.
Rescatado en Mallorca
En 2019 Horst Koch se encontró con el comprador de aquel Panda 2x6 y decidió seguir la pista de su creación. El primer propietario lo vendió tres años después a un comprador que lo llevó a Mallorca, donde estuvo durante muchos años y quedó medio abandonado y en un estado lamentable. El hijo de un amigo del propietario decidió llevarlo a Alemania para restaurarlo él mismo, tarea que no fue capaz de realizar. Finalmente Koch convenció al joven de que le vendiera el Panda de seis ruedas para realizar un verdadera restauración en el mismo sitio donde fue creado. Afortunadamente el coche tenía todos los papeles en regla que acreditaban a la empresa KK como fabricante y a finales de 2019 se inició la restauración, en las instalaciones de KK, ahora especializado en dar una nueva vida a vehículos clásicos.
La restauración no fue fácil y Koch viajó a Italia para buscar piezas, otras tuvieron que fabricarse a mano y muchas otras las encontraron en especialistas de Alemania y Austria. El color exterior se cambió por un elegante gris metalizado y el interior se revistió por completo en cuero negro. Se han mantenido detalles originales como las llantas de chapa blanca con el emblema KK en el centro o el pulsador del claxón también con la doble K. Linda Koch, hija del propietario y apasionada de la competición, ha llevado la dirección de esta restauración que duró casi un año y finalmente el “renacido” Panda 2x6 se presentó en el Concurso de Elegancia de la ciudad alemana de Schwetzingen. Ahora el llamativo Panda realiza funciones de transporte de piezas y también de promoción para Koch Klassick que es como se llama la empresa en la actualidad.
Más de 30 años dedicado al periodismo del motor y el estilo de vida que siempre ha acompañado al automóvil, primero como director de tres publicaciones y ahora como colaborador. Por mucho que se empeñen en hacernos creer que los coches son simples instrumentos de movilidad, para mí son verdaderas obras de arte que provocan emociones y el primer artefacto moderno que proporcionó a la mayoría de la humanidad una forma real de libertad y de conocimiento de otros mundos, mucho antes de que existiera Internet.
