Durante los últimos meses hemos visto muchas carreras de aceleración protagonizadas por vehículos de todo tipo, incluso extrañas parejas que no tenían nada que ver en términos de diseño y características, pero el último vídeo que hemos visto nos muestra algo que nunca antes habíamos contemplado. No, no se trata de algún accidente ni nada por el estilo, sino más bien el resultado de la primera batalla disputada entre un Ford Mustang y un Range Rover Sport SVR.

Un final de lo más apretado

El SUV británico puede presumir de contar con todo un V8 procedente del Jaguar F-Type más radical, es decir, un bloque de 5.0 litros sobrealimentado que genera 575 caballos, transmitidos a las cuatro ruedas mediante una caja automática de ocho velocidades por convertidor de par. El muscle car, por su parte, utiliza un motor de idéntico número de cilindros y con una cilindrada calcada a la de su rival, pero con una potencia bastante menor ya que entrega sobre las ruedas traseras un total de 450 CV.

Sobre el papel, todo hace indicar que la ventaja es para el SVR, pero no debemos olvidar que su peso supera los 2.300 kilos. Al trasladar estos números sobre la pista la cosa se iguala, tanto que nunca llegaríamos a pensar que estos dos modelos han recorrido el cuarto de milla estableciendo el mismo tiempo y a la misma velocidad. Técnicamente hablando, el Mustang fue un poco más rápido con una diferencia inferior a 1 km/h. Aun así, resulta muy difícil calcar el tiempo con dos vehículos similares, cuanto más con una pareja completamente diferente.

¿Quién ganará?

Sin embargo, este no es el final de la historia ya que ambos se enfrentarán en una segunda carrera que promete ser de lo más interesante e igualada posible. ¿Se repetirán los resultados? ¿Conseguirá el Mustang imponer su ligereza? ¿Podrán los 575 CV del SUV con los 450 CV del muscle car? Solo hay una forma de descubrirlo.

youtubeView full post on Youtube
Headshot of Borja Díaz
Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta